Alemania amenaza a Francia con bloquear la importación de electricidad si no abre su mercado
Loyola de Palacio aboga por frenar la expansión en Europa de la compañía gala EdF
'Protegeremos a las empresas alemanas de un tratamiento injusto', sentenció ayer el ministro alemán durante un acto en el que se celebraba la toma de control por la alemana E.ON de la eléctrica sueca Sydkraft. Como medida de presión, Berlín podría prohibir las importaciones de electricidad procedentes de Francia. 'Por el momento, son las compañías las que deciden si importan electricidad desde el extranjero. Pero esto no tiene que seguir así', amenazó Müller. La posibilidad de restringir las importaciones está prevista en un proyecto de ley, aún no presentado al Parlamento, que permitirá el cierre de las fronteras con aquellos países que no hayan liberalizado suficientemente su mercado.
Las tesis del ministro alemán coinciden con las expuestas ayer en España por la vicepresidenta de la Comisión Europea, Loyola de Palacio, que participó en el foro Eurelectric organizado en España por la asociación de compañías eléctricas, Unesa.
Fórmulas transitorias
De Palacio abogó por fórmulas 'transitorias' que impidan la entrada en mercados liberalizados de compañías estatales y se refirió claramente a EdF cuando ante lo más granado de las compañías energéticas de Europa explicó que 'existe una empresa [EdF] que actúa en monopolio y no está sometida a la posibilidad de una OPA por parte de compañías de otros países', lo que en opinión de la también comisaria de Energía y Transporte de la UE genera 'una actitud de rechazo' hacia esa empresa francesa por parte de Gobiernos y empresas de otros países. Las afirmaciones de De Palacio, apoyadas por el presidente de Unesa y de la eléctrica Unión Fenosa, José María Amusátegui, que solicitó un marco regulatorio europeo que garantice 'la igualdad de condiciones para competir', tuvieron cumplida respuesta de EdF. El director de Desarrollo de la eléctrica francesa, Jean Pierre Bourdier, en declaraciones a la prensa española, recordó que el Tratado de Roma 'no hace distinciones' entre el carácter público o privado de los agentes que compiten en los mercados abiertos y en este sentido, consideró que tanto los Gobiernos español -con su veto a la compra de Hidrocantábrico-, como el italiano, que también ha tomado medidas para impedir la toma de control por EdF del grupo Montedison, están forzando la legislación comunitaria con posturas 'no adecuadas'. Las posiciones de Madrid y de Roma, sin embargo, cuentan con el apoyo alemán. Sin ambages. 'Es preocupante que un monopolio estatal con una cuota de mercado del 100% pueda salir de compras en Europa', afirmó ayer el ministro alemán Müller. 'Estamos observando una Europa energética de dos velocidades', remachó, y 'ésto sólo puede perjudicar al mercado alemán'.
Tan enérgicas palabras, no obstante, contrastan con el apoyo alemán a la postura que mantuvo Francia en la cumbre de Estocolmo del pasado 22 de marzo, cuando se negó a fijar un plazo, hasta 2005, para la liberalización europea del mercado eléctrico y gasístico. La semana pasada, el canciller socialdemócrata, Gerhard Schröder, admitió que esta benevolencia obedeció a 'consideraciones de amistad franco-alemana'.
Coincidencia
Las declaraciones de Müller coincidieron, no por casualidad, con una celebración del grupo E.ON, que se está expandiendo agresivamente en el mercado europeo (incluida España, donde está interesado en adquirir los activos que pondrá a la venta Endesa). De llevarse a cabo el bloqueo con el que amenaza Alemania, las consecuencias no son fáciles de precisar. En 1999, último año para el que existen datos, Francia exportó 68.700 millones de kilovatios hora y sólo importó 5.000 millones. Alemania, por contra, exportó 39.500 millones de kilovatios hora e importó 40.500 millones (en parte, para volver a exportarlos). Ni los portavoces del Ministerio de Economía, ni los de la eléctrica E.ON estuvieron ayer en capacidad de cifrar el monto exacto de la electricidad importada por Alemania desde Francia.
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