Berlusconi eleva a 23 el número de carteras para contentar a sus socios

El propio primer ministro leyó ayer la lista de los elegidos que sólo incluye dos mujeres, y un considerable número de técnicos (cinco). 'Estoy muy satisfecho. Es un excelente Gobierno', dijo Berlusconi, 'con el que espero cumplir los compromisos adquiridos con los italianos en esta campaña'.

La oposición calificó de 'decepcionante' la lista de ministros, en la que Forza Italia, que obtuvo el 30% de los sufragios en las elecciones de mayo, acapara nueve departamentos, seguido por Alianza Nacional (cuatro), la Liga Norte (tres), que estará presente con su líder, Umberto Bossi, y los democratacristianos (dos). No todos los elegidos podrán jurar hoy sus cargos. El titular de Comunicación y el de Sanidad, Maurizio Gasparri, de AN, y Girolamo Sirchia, respectivamente, no recibieron ayer el encargo porque Berlusconi ha 'ascendido' de categoría a ambos ministerios, lo que exige una modificación de la ley de Reforma de la Función Pública de 1999.

El nuevo Ejecutivo se pondrá en marcha casi un mes después de su victoria, justo a tiempo para la reunión de la OTAN de hoy en Bruselas. Un largo proceso, 'debido a nuestro sistema constitucional', dijo Berlusconi, 'porque la lista de ministros estaba hecha, salvo algunos retoques finales'. Lo cierto es que los retoques han sido abundantes y complejos. La necesidad de encontrar un hueco a toda costa a algunos de los colaboradores más fieles de Il Cavaliere, como Giuseppe Pisanu, Enrico La Loggia o Giuliano Urbani, ha obligado a una ampliación de las carteras que harán del nuevo Consejo de Ministros una reunión tan poblada como los anteriores.

Nombres exóticos

Por no hablar de los nombres exóticos de algunos ministerios. Pisanu, por ejemplo, será el flamante ministro de Aplicación del Programa de Gobierno. Un departamento no del todo nuevo, como dejó claro ayer el senador vitalicio Francesco Cossiga, quien recordó haberlo creado él mismo. El ex fascista Mirko Tremaglia, dirigirá otro departamento 'resucitado', el Ministerio de Italianos en el Extranjero, toda una paradoja si se tiene en cuenta que los emigrantes no han podido votar en estas elecciones.

Entre los técnicos que entran en el segundo Gobierno Berlusconi figura el ingeniero Pietro Lunardi, de 62 años, que comparte con el primer ministro un problema de 'conflicto de intereses', al hacerse cargo de la cartera de Infraestructuras pese a su condición de propietario de la empresa Rocksoil, SA, especializada en grandes obras de infraestructura. Al frente del Ministerio de Sanidad se coloca otro médico. Al oncólogo Umberto Veronesi, titular de esta cartera en el último Gobierno del Olivo que no ha querido permanecer, le sustituye el hematólogo Girolamo Sirchia, de 68 años.

Pocas novedades más. La más discutible es la elección de Umberto Bossi como ministro para las Reformas Institucionales y la Devolución. La Liga consigue colocar además a otro de sus principales dirigentes, Roberto Maroni, en el departamento de Trabajo, Salud y Políticas Sociales.

Del disputado Ministerio del Interior se hace cargo el coordinador de Forza Italia, Alberto Scajola, el hombre que ha refundado el partido de Berlusconi. Las dos únicas mujeres de este equipo son la milanesa Letizia Moratti, de 51 años, y la forzista Stefania Prestigiacomo, de 34 años. Moratti dirigió la RAI en tiempos del primer Gobierno de Il Cavaliere y se ha ocupado por un breve periodo de la sección europea de la News Corporation de Rupert Murdoch. Prestigiacomo, conocida como Miss Parlamento, pasa a ser la versión de derechas de la ex ministra de Cultura del Olivo, Giovanna Melandri. De la cartera de Defensa se hace cargo el veterano Antonio Martino, mientras el embajador Renato Ruggiero queda al frente de Asuntos Exteriores. Giulio Tremonti, abogado tributario de 53 años, es el nuevo ministro de Economía y Finanzas, y Roberto Castelli, abogado, de la Liga Norte, se queda con la Justicia.