Más de 600 ganaderos se acogen a las ayudas para sacrificar 2.000 vacas sin test

Un total de 644 ganaderos del País Vasco y Navarra se han acogido a las ayudas que proporciona el Ministerio de Agricultura para sacrificar a 2.072 reses sin pasar el test de las vacas locas. Se trata de animales mayores, en su mayoría de cinco años o más, que no se cotizan en el mercado y que no pasan a la cadena de alimentación humana. Este mecanismo, conocido como intervención, permite a los ganaderos lograr más dinero por sus reses y evitar el control entre un colectivo de animales con más posibilidades de dar positivo en el test de las vacas locas. El 60% de las peticiones corresponde a ganaderos de Guipúzcoa.

El plazo de solicitud para acogerse a estas ayudas concluyó el martes. A partir del 1 de julio todos los animales mayores de 30 meses tendrán que pasar obligatoriamente el control, tengan o no como destino la alimentación humana.

En Euskadi, este test de las vacas locas se debe realizar a partir de los 24 meses de edad, mientras que en el resto de España se permite hasta los 30 meses. El sistema de intervención fue implantado en abril con el objetivo de eliminar animales mayores y que el precio de la carne no baje mucho, ya que el test encarece el producto para reses que después se venden mal en el mercado, al tratarse de carne de segunda. El ministerio paga 325 pesetas por cada kilo de canal, mientras que en el mercado apenas se llega a las 80 pesetas. El desembolso de las ayudas por intervención supera los 200 millones de pesetas.