Las editoras premian a Teresa Castells

Ni los libros, ni los autores, ni los lectores. Los únicos protagonistas de la Feria del Libro de Madrid fueron ayer una librera, María Teresa Castells, y su librería, Lagun, de San Sebastián, convertidas ambas, a su pesar, en símbolos de la fuerza de la cultura frente a la sinrazón de la violencia. La excusa para homenajear a Castells fue la entrega de los Premios Lobby, que concede el colectivo Lobby Editorial, formado por directoras de 10 editoriales con la finalidad de fomentar la lectura y contribuir a la promoción del libro.

Además de a Castells, a quien entregó el Lobby de Oro Fernando Savater, este activo y animado grupo de editoras galardonó a Antonio Rubiños como Librero más Creativo, proclamó al pintor Eduardo Arroyo Embajador Editorial del Lobby 2001 y reconoció a la periodista de EL PAÍS Rosa Mora como Periodista más Esforzada.

'El premio me anima a seguir trabajando', dijo Teresa Castells, que en julio abrirá la nueva Lagun

Se acercó a presentar el acto el periodista y escritor Juan Luis Cano, de Gomaespuma, que firmaba en la feria ejemplares de su novela Hincaíto. 'Ante la barbarie sólo cabe la cultura', proclamó Cano en la presentación del premio especial a la librera guipuzcoana, cuya humanidad despertó varios minutos de aplausos sinceros.

'Me hace mucha ilusión recibir un premio de este grupo de editoras, que se llevan muy bien; además, es bueno que las mujeres manden de vez en cuando'. 'El premio me anima a seguir trabajando', confesó Castells. La librera prepara ya la inauguración que hará en julio de su nueva librería, en la calle Urdaneta, del centro de San Sebastián.

La propietaria de Lagun, que ha recibido cerca de un millar de donaciones de particulares de toda España para abrir su nueva librería, espera que la nueva ubicación sea un lugar más seguro para sus libros que la plaza de la Constitución, donde tuvo que echar el cierre definitivo en septiembre, tras el atentado de ETA contra su marido, el ex consejero socialista José Ramón Recalde, presente en el homenaje.

Buena prueba de lo necesario que es premiar a quienes oponen cultura a violencia fue el bochornoso incidente protagonizado poco después por ocho jóvenes falangistas frente a la caseta donde firmaba libros la política y periodista Pilar Rahola, a la que trataron de amedrentar, sin éxito, acusándola de 'genocida cultural'.

Tras subrayar la paradoja de que un colectivo de mujeres que trabajan por la cultura en castellano se autodenomine Lobby, Cano presentó el premio al director de la librería Rubiños: 'Es una de las librerías más antiguas de Madrid, le organizó una firma de libros a Herodoto', informó el periodista. 'Le han dado el premio porque puso un escaparate muy bonito en navidades', bromeó luego. Antonio Rubiños recibió el premio de la escritora Carmen Rico Godoy.

Después del acto, el veterano librero explicó que 'las ideas son al librero lo que el carbón al responsable de una caldera'. Rubiños alertó sobre la desgracia que supondría para las librerías tradicionales la liberalización del precio del libro. 'Eso sería la muerte de cualquier iniciativa. El otro día me pidió una clienta un libro de gramática china editado en Tai Pei, y aunque a mí me ha supuesto perder dinero, ya tiene su libro. Eso no lo hace una gran superficie', explicó.

La familiar ceremonia, en la que los únicos que no parecieron divertirse fueron los camareros, elegantemente ataviados para ofrecer en bandeja almendras, avellanas y patatas fritas en lugar de los esperados canapés, continuó con el premio al periodista más esforzado. 'Periodista, más esforzado..., no parece que pegue mucho', ironizó Cano. La entrega del premio para Rosa Mora, una viñeta dibujada para la ocasión por Forges, la hizo 'otra periodista esforzada', Maruja Torres.

El acto concluyó con el nombramiento, imposición de rosada banda incluida, que hizo Josefina Aldecoa de Eduardo Arroyo como Embajador Editorial del Lobby 2001. Su misión será hablar de libros, autores y novedades literarias en todos los actos públicos en los que participe a lo largo del año. Al pintor no pareció desanimarle lo que dijo el conductor del acto: 'Más que un premio esto es un marrón, tener que hablar de libros allá donde vaya, y preguntar a la gente en las comuniones qué está leyendo'. Josefina Aldecoa, ante la altura y la envergadura de Arroyo, se las vio y se las deseó para ponerle la banda al Embajador. Y hubo muchas risas y aplausos.

El Lobby Editorial está compuesto por las directoras de editorial María Cifuentes (Taurus), Pilar Cortés (Espasa Calpe), Maite Cuadros (Maeva), Amaya Elezcano (Alfaguara), Carmen Fernández de Blas (Temas de Hoy), Charo Fierro (Huerga y Fierro), Ana Gavín (Planeta), Carmen Lacambra (El País-Aguilar), Lourdes Lucía (Debate) y Ana Rosa Semprúm (Aguilar).

El acto se inició puntualmente a las 11.15 horas, porque luego todo el mundo tenía que salir zumbando para trabajar en la feria. Asistieron editores, escritores, periodistas, cineastas... Allí estuvieron, por ejemplo, Elías Querejeta, Javier Pradera, Clara Sánchez, Jorge Herralde, Beatriz de Moura, Juan González, Oriol Castanys, Fermín Bocos, Joaquín Estefanía, entre otros.

Por otro lado, ayer se esperaba en la feria la visita de la ministra de Educación, Cultura y Deporte, Pilar del Castillo, pero no acudió porque, dijeron, estaba en su despacho, muy ocupada, redactando una nota de prensa para responder al documento que le enviaron el viernes los rectores.