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El Tribunal de Cuentas considera 'delicada' la situación financiera de una veintena de municipios

El endeudamiento de los consistorios de Guipúzcoa triplica el que se registra en Álava

Diecinueve municipios vascos, 15 de ellos guipuzcoanos, se encuentran en una 'situación financiera delicada' con una deuda entre 75.000 y 155.000 pesetas por habitante, según el último informe del Tribunal Vasco de Cuentas Públicas, referido a 1998, sobre los 250 ayuntamientos de Euskadi. El documento destaca una mejor situación general, pese a que la cifra global de deuda ascendía a 123.162 millones de pesetas, a los que se deben añadir otros 69.000 millones de las entidades supramunicipales. El informe muestra una desigual situación: en Álava el endeudamiento supone el 22% de los ingresos globales de los consistorios de la provincia, mientras que en Guipúzcoa ese porcentaje llega al 67%.

El organismo auditor considera positiva la evolución de las cuentas municipales de los 250 consistorios, dado que sus ingresos corrientes aumentaron en 1998 un 8,7% y el ahorro neto se incrementó en un 54%. El informe destaca la 'saneada situación financiera' que se da en Álava, con una carga financiera del 3,2% y un endeudamiento del 22,2% con respecto a los ingresos corrientes del ejercicio. Sólo existe un municipio alavés, el de Navaridas, entre la lista de las 19 localidades más endeudadas, una cifra mejor que en 1996 cuando un total de 21 municipios alaveses se hallaban en mal estado financiero.

El documento considera en situación financiera delicada, dados sus recursos de tesorería, el ahorro bruto y la carga financiera, a 15 municipios guipuzcoanos (San Sebastián, Elgoibar, Deba, Zestoa, Usurbil, Lezo, Billabona, Irura, Bergara, Orendain, Legazpi, Zumarraga, Oñati, Astigarraga y Mutiloa), tres vizcaínos (Bilbao, Zeberio y Dima) y el alavés de Navaridas. El guipuzcoano de Mutiloa figura con una deuda superior a 343.000 pesetas por habitante, seguido por Astigarraga (155.000 pesetas), Navaridas (144.000) y Oñati (142.000). San Sebastián tenía en el año citado una deuda de 108.000 pesetas por vecino, mientras que en Bilbao asciende a 96.000 pesetas.

El endeudamiento global en los ayuntamientos sumaba en 1998 un total de 123.162 millones, lo que supone un total de 58.865 pesetas por habitante, 'cuantía significativa, si bien ligeramente inferior a la del año 97, que era de 60.812 pesetas'.

El Tribunal de Cuentas observa que la deuda por habitante es creciente en función de la población, 'a excepción del estrato que comprende los ayuntamientos entre 20.000 y 50.000 habitantes, en el cual existe una deuda por habitante inferior a los de los ayuntamientos con población entre 10.000 y 20.000 habitantes. Esta situación se genera por la menor deuda de Leioa, Durango, Sestao, Galdakao y Santurtzi'.

El documento fiscalizador constata, en cambio, que el 44% de los ayuntamientos menores de mil y el 9% de los que tienen entre 1.000 y 5.000 vecinos carecen de endeudamiento hasta 1998. El tribunal destaca el alto índice existente en Guipúzcoa -el 67% de los ingresos de todo el territorio-, 'aunque se ha producido una evolución positiva con respecto al ejercicio de 1997, cuando el endeudamiento era del 74%'.

56 organismos

El informe analiza también las 56 entidades supramunicipales existentes, con más de 69.000 millones de deuda. Sin embargo, es un nivel bajo, ya que la mayor parte de esta cantidad corresponde al Consorcio de Transportes de Bizkaia, con 62.260 millones, lo que se explica por que financia las obras del metro de Bilbao.

El Tribunal de Cuentas lanza una recomendación a estos organismos, que reciben gran parte de su financiación de la aportación de los municipios que los componen. 'Deberían calcular el coste de los servicios prestados y repercutirlos en forma de precios a los entes asociados. De esta forma los superávits o déficits indicarían la eficiencia o ineficiencia en la prestación de los servicios'.

10% más de presión fiscal

El informe del Tribunal de Cuentas muestra el progresivo aumento de la presión fiscal. Si en 1996, se incrementó en un 10,6%,, en el ejercicio de 1998 volvió a aumentar otro 10%. El estudio revela que las corporaciones vascas obtuvieron en concepto de impuestos, tasas y precios públicos una recaudación media por habitante de 55.396 pesetas, cuando en 1996 se quedó en 48.670 por vecino. El informe sitúa a diez ayuntamientos como los de mayor presión fiscal, entre 105.000 y 319.000 pesetas por habitante: los alaveses de Ribera Baja, Laguardia, Legutiano y Elburgo, los guipuzcoanos de Astigarraga, Aduna y Belauntza y los vizcaínos de Plentzia, Loiu y Zamudio. Esta mayor recaudación de impuestos se debe a hechos concretos, como la actividad constructora desarrollada o mayor nivel industrial, entre otros. Se censura la contabilidad interna, ya que 91 consistorios no incorporan en sus cuentas las amortizaciones del inmovilizado y en diez casos no hay control adecuado de la tesorería.

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