Fermine novela el viaje de Rimbaud por Abisinia en 'El apicultor'
Su abuelo era apicultor y de niño le hizo creer que la gota de miel que corría por su mano era oro. Maxence Fermine (Albertville, 1968) pretende con El apicultor (Seix Barral) que 'los lectores tengan oro en los ojos'. En el origen de su novela, la tercera que publica, está el transmitir que la búsqueda de la belleza es de las pocas cosas que merecen la pena, a la vez que recrear el viaje de Rimbaud por Abisinia en el siglo XIX.
Ubicada en la Provenza, El apicultor narra la historia de Aurélien Rochefer, un joven de 20 años que decide cambiar el cultivo de lavanda por la miel. Un incendio arrasa con todo lo levantado y emprende un viaje iniciático por África, en el que se tropezará con un excéntrico personaje que le ayudará a realizar un proyecto colosal: la ciudad de las abejas.
'El sueño es siempre más hermoso que su realización', dice este autor, cuya novela ha sido traducida a ocho lenguas. Fermine ha sido comparado con Baricco. El apicultor repite el esquema de Seda, la obra más conocida del italiano. 'No nos conocemos, pero es como si fuéramos de la familia. La gente que te gusta es la que te influye', cuenta, orgulloso de las similitudes.
Como en su anteriores títulos -su segunda novela, El violín negro, no está traducida al español-, en este libro hay un viaje, un color y un sueño que realizar. El apicultor, como Nieve, en la que narraba el viaje de un poeta de haikus japonés, es un libro corto que puede leerse como una fábula. 'Siempre he pensado que no hace falta un montón de palabras para expresarse', dice. 'Escribo poco para decir mucho, porque confío en que el lector lea entre líneas y rescate lo que hay tras las palabras'.
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