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Internet se sitúa en el centro de los cambios políticos e informativos

Debate sobre las contradicciones de la Red

Guillermo Altares

Internet es un universo lleno de contradicciones que han hecho que el futuro sea más inescrutable que nunca. Sobre este tema discutieron ayer en Madrid, durante la segunda jornada del simposio Democracia en el nuevo milenio, organizado con motivo de los 25 años de EL PAÍS, un grupo de periodistas, que hablaron sobre la influencia de los nuevos medios en las sociedades democráticas. Hubo un punto de acuerdo general: las cosas van a cambiar, y mucho.

'Avanzamos hacia el futuro a empujones', escribió hace más de medio siglo el poeta francés Paul Valéry, ante los cambios de la primera parte del siglo XX. Y eso que no llegó a conocer lo que iba a venir. 'Internet es el paradigma de una nueva civilización que cambiará el mundo tanto o más que la imprenta de Gutenberg', aseguró el consejero delegado de EL PAÍS, Juan Luis Cebrián. La periodista francesa Christine Ockrent, que presidió la mesa redonda titulada Nuevos medios y democracia, sentó las bases del diálogo al plantear una de las cuestiones cruciales de la mañana: '¿Los nuevos medios van a acelerar las divisiones en las sociedades democráticas o, al contrario, los reducirán?', aseguró, antes de añadir que 'hay una nueva utopía que considera que los nuevos medios borrarán las divisiones del mundo'.

José María Bergarreche, consejero delegado del Grupo Correo y presidente del Taller de Editores, ofreció la visión de empresario de la comunicación sobre esta 'transformación del panorama mediático'. 'Las tendencias de Internet no están todavía asentadas, aunque tengo la seguridad de que no cederemos a la tentación de la comercialidad desmesurada', añadió. El periodista suizo Hugo Büttler, director del Neue Zürcher Zeitung, insistió en el riesgo que la búsqueda de entretenimiento supone para el futuro de la sociedad globalizada. 'Cuando los medios entretienen a sus audiencias, los políticos tienen la tentación de utilizar las mismas técnicas', dijo Büttler, que utilizó dos neologismos, infoteinment y politeinment, para definir la búsqueda de emociones en vez de informaciones.

Jesús Ceberio, director de EL PAÍS, habló de un mundo cada vez más dividido entre 'ciber-ricos' y 'ciber-pobres' como una de las 'paradojas que plantea la nueva sociedad de la información'. 'La Red crea nuevas fronteras igual que destruye las existentes, pone en tela de juicio el papel homogeneizador de los Estados, pero favorece también valores democráticos como la participación de los ciudadanos en el debate público', señaló. También sobre esas paradojas hablaron el periodista francés Claude Moisy, ex presidente de AFP, que recordó que 'menos del 5% de los habitantes de la Tierra tienen acceso a Internet', o el español Lluís Bassets, director adjunto de EL PAÍS, que insistió en la censura que muchos Estados intentan imponer a la Red, a la que los periodistas 'deben responder con la autorregulación'. La veterana periodista Flora Lewis, de The New York Times, señaló algo que no debería cambiar con el advenimiento de la Red: 'Seguir trabajando de la forma más honesta posible'.

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Sobre la firma

Guillermo Altares
Es redactor jefe de Cultura en EL PAÍS. Ha pasado por las secciones de Internacional, Reportajes e Ideas, viajado como enviado especial a numerosos países –entre ellos Afganistán, Irak y Líbano– y formado parte del equipo de editorialistas. Es autor de ‘Una lección olvidada’, que recibió el premio al mejor ensayo de las librerías de Madrid.

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