Pujol lamenta que todavía se pongan trabas a la recuperación del catalán

Con esta estratagema mediática, el presidente de la Generalitat intentó que el agrio debate sobre la persecución del catalán no salpicara la inauguración de esta muestra -abierta hasta el 24 de junio en el Centro Cultural Conde Duque-, que intenta mejorar la imagen de Cataluña en el resto de España. Más aún cuando fue el discurso del rey Juan Carlos en la concesión del Premio Cervantes el que provocó el estallido de la polémica, atizada después por las afirmaciones de la ministra de Cultura, Pilar del Castillo, que ayer no hizo declaraciones.

Pujol convocó ayer en Madrid a los medios de comunicación dos horas antes de la apertura de la exposición para rematar sus declaraciones de las últimas semanas, en las que denunció el resurgimiento de un españolismo 'imperialista'. El presidente de la Generalitat lamentó que, después de los esfuerzos de 'moderación y desmemoria' de los catalanes, ahora se 'pongan dificultades a la recuperación y normalización del catalán, una lengua que ha sido duramente perseguida durante siglos, y especialmente en los últimos 40 o 50 años'.

Pero lo que más irrita al presidente catalán es que, por una parte, se niegue esta persecución -suficientemente documentada y cuyos efectos, en su opinión, todavía se notan en la actualidad- y que, por otra, ahora los nacionalistas aparezcan como los culpables por ansiar recuperar el idioma. 'Negar la persecución es inadmisible porque es injusto, represivo y una falta absoluta a la verdad (...). Y resulta que los que fueron víctimas luego son presentados como agresores', subrayó Pujol. Pero, como siempre, el presidente catalán eludió nombrar a los culpables de todas estas acciones.

A pesar de sus críticas, Pujol no quiso echar más leña al fuego y se mostró comprensivo con la ministra Pilar del Castillo. 'Los políticos decimos muchas cosas, porque los medios nos estáis persiguiendo todo el día, y a veces las decimos mal, por lo que rectificar a veces no es tan fácil', insistió.

En su discurso ante los Reyes, el presidente de la Generalitat volvió a referirse a la persecución que ha sufrido Cataluña: 'Ha habido en su historia suficientes periodos difíciles, y suficientemente largos, como para que desapareciese como lengua, como cultura y como país', manifestó. Aunque Pujol resaltó sobre todo el pacto de cohesión e integración de la sociedad catalana en estos últimos años.

El alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, apeló a mantener la unidad de España pese a los 'matices' que la diferencian, mientras que el presidente de la Comunidad, Alberto Ruiz-Gallardón, animó a los catalanes a competir con Madrid para conseguir el liderazgo de España. A la inauguración ayer no asistieron representantes de Esquerra Republicana ni de Iniciativa per Catalunya.

400 millones

La presentación de la exposición en Madrid se enmarca en una ambiciosa campaña de la Generalitat, a la que se ha sumado la iniciativa privada, que pretende contrarrestar la mala imagen que, según las encuestas que maneja el Gobierno catalán, tiene esta comunidad en el resto de España. Esta presencia de Cataluña en Madrid, que se completa con otras muchas actividades paralelas, ha costado 400 millones de pesetas y tendrá continuidad hasta el año 2003 con la itinerancia de la muestra a otras ciudades españolas -estará en Santander entre julio y agosto- y el recorrido de otra exposición más reducida en tres vagones de tren a partir de septiembre.

Los ejes argumentales de la exhibición, rica en recursos audiovisuales y mecanismos interactivos, son 'integración, identidad y progreso'. La primera parte explica la historia de Cataluña a través de reproducciones de grabados y pinturas antiguas, maquetas de viejas embarcaciones y un audiovisual. La evolución económica e industrial, apoyada por fotografías, gráficos y citas documentales; el papel de la emigración en esta evolución, muy potenciado en toda la muestra, y los puntales actuales de la economía cierran el primer apartado.

Gráficos y mapas

El segundo se centra en los aspectos territoriales, con gráficos y mapas de las redes de ciudades del anillo metropolitano de Barcelona. La importancia de la lengua -con un apartado interactivo que permite oír y leer diversas palabras en catalán, portugués y francés- y la implantación social del catalanismo, que se quiere justificar de forma amplia, configuran el tercer apartado. En el mismo se aprovecha para denunciar el 'desequilibrio' de la redistribución entre lo que aporta Cataluña al resto de España y lo que recibe en relación a otras comunidades.

El último apartado tiene un carácter más visual y consiste en varios audiovisuales de promoción de la cultura catalana, con una muestra de objetos tradicionales y de diseño y un vídeo de las comarcas catalanas vistas desde el aire. En el patio del Conde Duque se ha situado un restaurante en el que se ofrecerán productos típicos.