Insulza: 'Los chilenos no querían un golpe en 1973, pero sí un cambio'

El ministro del Interior de Chile, el socialista José Miguel Insulza, dijo en la Jornada sobre Transición y democracia en Chile y España, celebrada ayer en la Universidad Autónoma de Madrid, que el Gobierno de Salvador Allende derribado en 1973 por el golpe de Augusto Pinochet 'no era un Gobierno de mayoría nacional. La mayoría de los chilenos no estaba a favor de un golpe militar sangriento, pero sí a favor de un cambio'.

Con una participación paritaria, en lo ideológico y lo nacional, se celebró el diálogo sobre las transiciones comparadas de Chile y España, un mes antes de la visita del presidente Ricardo Lagos, prevista para primeros de junio. Por parte chilena participó, además del socialista Insulza, el democristiano Jenaro Arriagada, ex ministro de la Presidencia de Eduardo Frei. Por parte española, el ex presidente de Gobierno centrista Leopoldo Calvo Sotelo y el diputado socialista y ex ministro Joaquín Almunia. El coloquio se salió de los cauces habituales y rituales y alcanzó momentos de altura por la sinceridad, e incluso desgarro, de los ponentes y el buen nivel de análisis político.

Influencias en la transición

Arriagada expuso la experiencia de España, del sindicato polaco Solidaridad y el deseo de evitar el mal manejo económico con las hiperinflaciones de las transiciones latinoamericanas como elementos que influyeron en el proceso chileno. En la cuestión de los derechos humanos 'la transición en Chile no ha terminado y no concluirá hasta que todos los actores hayamos muerto. No existe ninguna transición que haya logrado solucionar este problema', añadió.

Almunia advirtió contra dos riesgos en las relaciones de España con Chile: actuar con soberbia y prepotencia de nuevos colonizadores y olvidar el pasado con el alto costo pagado por recuperar la libertad y la democracia.

Con tono autocrítico, el ministro Insulza inició su intervención con la advertencia de que iba a destruir 'imágenes que yo mismo contribuí a difundir'. Respecto al caso de la dictadura española, producto de una guerra civil, en Chile 'no hubo guerra civil, pero la derrota fue igual de profunda', dijo Insulza. Tras su afirmación de que el Gobierno de la Unidad Popular de Allende no contaba con mayoría y de que el país quería un cambio, Insulza dijo: 'La derecha salió con la impresión de que había estado a punto de perder el poder para siempre, y eso no podía repetirse'. El resultado fue que la transición chilena se realizó con unas Fuerzas Armadas no derrotadas y una derecha que no rompió con la dictadura e identificada con ella.Calvo Sotelo sacó a relucir su mejor humor al evocar algunos episodios de su presidencia y citó la conveniencia de no perseguir a la trama civil del intento de golpe del 23-F. Y dijo que en la transición española, como en el evangelio de San Juan, 'al principio fue el rey'.