Ibarretxe tiene que salir escoltado del funeral por el dirigente del PP

Por el contrario, el ex ministro del Interior y candidato del PP a lehendakari, Jaime Mayor Oreja, fue recibido con aplausos y gritos de 'valiente' por algunos de los congregados. También asistió el presidente del Gobierno, José María Aznar, quien no llegó a cruzarse con Ibarretxe, que acudió acompañado por su consejero de Justicia, Sabin Intxaurraga, y su portavoz, Josu Jon Imaz. Dentro del templo, Ibarretxe se quedó tres filas detrás de Aznar, sin que ninguno hiciera el más mínimo gesto por encontrarse

La ciudad de Jaca, de la que era originario Giménez Abad, se volcó en su despedida. Los alrededores del templo estaban abarrotados de gente, y en su interior no quedaba ni un hueco.

Arzalluz acusa al PP de 'bajeza moral increíble' por pedir el voto 'con el cadáver todavía caliente'

Cuando el obispo de Jaca, José María Conget, salió al pórtico para recibir el féretro, envuelto en las banderas española y aragonesa, estallaron los aplausos. 'No sabemos qué rostro se esconde tras los asesinos', dijo el sacerdote en su homilía,. 'pero sí sabemos quién está detrás de esto: es ETA, que tiene las manos y el corazón manchados de sangre'.

La tensión era palpable. La europarlamentaria socialista Rosa Díez calificó minutos antes del comienzo del oficio religioso de provocación que 'Intxaurraga venga aquí después de participar el domingo en la fiesta de la Escuela Pública vasca junto al ex miembro de ETA y diputado de EH Josu Ternera'.

Eran aproximadamente las seis de la tarde cuando la comitiva vasca abandonó el templo. Detrás sólo iban Jaime Mayor Oreja, el presidente de ese partido en el País Vasco, Carlos Iturgaiz, y los amigos del político asesinado. Nada más abandonar la catedral, rodeados de medios de comunicación, el lehendakari y los dos miembros de su Gobierno, junto al secretario general de EA, Gorka Knörr, escucharon los primeros gritos. La gente se agolpaba a los lados de un pasillo formado por vallas azules. Cuando estas se acabaron, la Policía Nacional tuvo que rodearles para evitar agresiones. Los agentes retiraron a dos personas que querían traspasar el cinturón de seguridad en medio de toda clase de gritos e insultos.

Fueron unos 200 metros a través de la Avenida del Primer Viernes de Mayo que permanecerán en el recuerdo del lehendakari. Un miembro de su gabinete comentó horas después que 'todo este odio quiere decir que alguien está haciendo las cosas muy mal'. Un responsable de la campaña del PP vasco comentó, tras ver la salida de Ibarretxe: 'Eso nos sucede a nosotros todos los días en nuestro propio país'.

Tras el acto fúnebre, por deseo de su familia, Manuel Giménez fue enterrado en la intimidad en Jaca. El homenaje popular se inició por la mañana, cuando cientos de ciudadanos de Zaragoza se acercaron a la capilla ardiente, en el salón del trono de las Cortes de Aragón. Las escenas de dolor y emoción se sucedieron. 'Los elogios que se han dicho hoy de él, se decían también cuando estaba vivo', aseguró el ex presidente socialista de la asamblea regional, Antonio Embid.

El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, también acudió a dar el pésame a la familia del político del PP asesinado. 'Las bases de la unidad democrática y emocional nos han de conducir a ganar la batalla contra el terror', declaró.

Aunque todos los partidos, salvo EH, suspedieron ayer sus actos electorales, la cercanía de las elecciones vascas del próximo domingo pesó más que el duelo. 'Los vascos', recordó Mayor Oreja, 'cuentan con una oportunidad que no tienen los demás españoles de responder en las urnas' a este crimen. Hace falta, reiteró, un Gobierno vasco que 'tenga la convicción de que se puede ganar al terrorismo', porque 'esto no puede seguir así'.

En términos parecidos se expresó el candidato socialista a lehendakari Nicolás Redondo. 'Es imprescindible ganar la batalla de la libertad al terrorismo y eso se hace votando el día 13 y defendiendo la Constitución y el Estatuto'. Para ganar a ETA, agregó, 'hay que querer ganarle'.

El presidente del PNV, Xabier Arzalluz, visiblemente irritado, calificó de 'bajeza moral increible' que los dirigentes del PP llamaran a los ciudadanos a votar 'con el cadáver todavía caliente'. Y agregó: 'No entiendo que quieran aprovechar la sangre para unos fines electorales'.

De otro lado, el Rey calificó de 'repugnante' y 'miserable' el asesinato de Giménez Abad durante la cena ofrecida en el Palacio Real a los Grandes Duques de Luxemburgo. 'Mi familia y yo estamos esta noche codo con codo con quienes en la capital de Aragón están expresando públicamente su compromiso por la libertad y contra el terror', afirmó.

Más de 125.000 personas se manifestaron anoche en Zaragoza en repulsa por el atentado,