_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Una división que se aprecia hasta en los duelos

Soledad Gallego-Díaz

La división de la clase política vasca en las concentraciones de rechazo al asesinato de Gimenez Abad (unos se quedaron en la calle cinco minutos y otros, quince) simbolizó ayer bastante bien la ruptura de relaciones entre nacionalistas y no nacionalistas. Una ruptura que es, precisamente, lo que más lamenta el conjunto del electorado, según las encuestas.

La frase que más se podía escuchar ayer en el País Vasco era 'esto está mal', independientemente de la orientación política de quien la pronunciara. No quiere decir que todos crean que su partido va a perder, sino que temen que, aunque gane, se abra un largo periodo de inestabilidad, porque nadie alcance la mayoría absoluta. Por supuesto, esto no reza con los políticos, que continuan transmitiendo mensajes alentadores.

Más información
Ibarretxe tiene que salir escoltado del funeral por el dirigente del PP
Las concentraciones de repulsa a ETA en Euskadi evidencian la división entre partidos
Violencia callejera sin tregua
Polarización o moderación
¡Basta Ya!: 'ETA es un proyecto totalitario ilegítimo'; Elkarri: 'La independencia es tan legítima como la unidad de España'
Especial:: Elecciones en el País Vasco

La actitud de aparente tranquilidad más sorprendente es la del PNV. Las encuestas aseguran que, el 13 a la noche, su coalición con EA será la más votada y que las elecciones confirmarán que en esta sociedad existe un sentimiento nacionalista profundamente enraizado. Pero esas mismas encuestas mantienen que el PNV no podrá gobernar en solitario: necesitará los votos de EH (que no quiere) o los del PSE (que no tiene).

Sea como sea, el PNV se las está arreglando hasta el momento para transmitir a sus electores la tranquilizadora impresión de que no perderá el Gobierno porque, negociando a partir del día 13 aunque sea durante meses, logrará tener a su lado a los socialistas. Algunos de sus dirigentes, como Juan María Atutxa, que se presenta como número 1 en Vizcaya (una provincia en la que los propios votantes del PNV se sienten en un porcentaje considerable tan españoles como vascos) se ha lanzado a decir que ese acuerdo 'está cantado' y otros lo sugieren en cuanto pueden.

Para los socialistas vascos, lo que está cantando es, precisamente, lo contrario y la maniobra nacionalista constituye un engaño para sus propios votantes. Con mayoría absoluta, o sin ella, el PSE está dispuesto a formar gobierno junto al PP. Los guiños hacia el PNV, afirman dirigentes como Javier Rojo, exigen primero su pase a la oposicion. 'Después, podemos volver a organizar la unidad entre los demócratas'. La posición del PSE encuentra apoyos incluso en el entorno de los dirigentes socialistas, de Madrid, que más defienden la necesidad de recuperar los contactos con el nacionalismo vasco y que reconocen que un partido no puede hacer lo contrario de lo que ha afirmado en una campaña. Algunos socialistas están además preocupados por la frustración que ya se aprecia entre los vascos no nacionalistas y que podría convertirse en rencor si no encuentra pronto alguna satisfacción o esperanza.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_