_
_
_
_
_
Entrevista:NICOLE KIDMAN | ACTRIZ

'Estoy en un momento muy extraño, el peor y el mejor de mi vida'

En la vida de la actriz de origen hawaiano, pero de alma australiana, se mezclan ahora momentos de esplendor profesional con el dolor tras su separación de Tom Cruise. Sin embargo, una renovada sabiduría le lleva a considerar que, después de lo pasado, 'se trata de vivir la vida, no huir de ella'. Tras su trabajo con Alejandro Amenábar y a punto de rodar con Lars von Trier, el miércoles presenta en Cannes su última película, Moulin Rouge, de Baz Luhrmann.

Los últimos meses han sido una montaña rusa en la vida de Nicole Kidman. A caballo entre Australia, España, Londres y Los Ángeles, donde tiene su residencia, su éxito teatral con The blue room y sus inusuales elecciones para una estrella, como trabajar con los cineastas Baz Luhrmann, Alejandro Amenábar y, próximamente, con Lars von Trier, han dado a su carrera la seriedad que se merecía.

Más información
Un musical irreverente
Nicole Kidman defiende un 'videoclip' musical hueco y parasitario
'Los otros' de Amenábar consigue 15 candidaturas a los premios Goya
La Academia modifica las categorías y deja a 'Sin noticias de Dios' con 11 nominaciones
'Los otros' y 'Sin noticias de Dios' acaparan las candidaturas de los Goya
AMENÁBAR DESCUBRE LAS SOMBRAS DE 'LOS OTROS'

También están las desgracias: dos costillas rotas y una lesión en la rodilla mientras rodaba Moulin Rouge, que le impediría trabajar con David Fincher en The panic room, y, sobre todo, su divorcio de Tom Cruise, en febrero, un anuncio inesperado en una de las parejas más poderosas de Hollywood y sobre el que aún se desconocen las razones. Además, está el aborto sufrido semanas más tarde por esta actriz, nacida en 1967. Sin embargo, en su primer encuentro con la prensa tras el divorcio, afirmó: 'Hay que seguir sonriendo, porque, ¿sabes?, mañana será otro día'.

Ese día será la presentación mundial de su próximo filme, Moulin Rouge, con el que el miércoles abre el festival de Cannes y que la actriz considera su mejor trabajo hasta la fecha, una trágica historia de amor que sigue un lema que parece haberse inspirado en los últimos meses de la vida de Kidman: 'El espectáculo debe continuar'.

Pregunta. ¿Cómo han sido estos meses de su vida?

Respuesta. Muy difíciles, y es obvio que existe una gran especulación sobre mi vida personal, pero estoy tan orgullosa de mi última película, Moulin Rouge, que quiero hacer lo posible por colaborar en su promoción. Estoy nerviosa con la idea de enfrentarme a la prensa, especialmente porque soy una persona a la que le gusta tener las cartas en la mesa, hablar abiertamente y con libertad, pero me encuentro en una posición difícil. Hay dos niños involucrados y a los que intento proteger. Pero se trata de ser profesional, de apoyar a Baz como él ha hecho conmigo en el rodaje y de apoyar un filme que es el más excitante en el que he participado. Es un momento muy extraño porque es a la vez el mejor y el peor de mi vida.

P. ¿A qué se debe su fascinación por Moulin Rouge?

R. Cuando Baz me dijo: 'Tengo este personaje, canta, baila, muere y su nombre es Satine', mi respuesta fue inmediata. Y desde que conseguí el papel sabía que iba a ser algo que cambiaría mi vida, porque ¿cuántas oportunidades existen de participar en un musical, y además dirigido por un visionario como Baz? Sabía que iba a darle todo lo que tenía a esta película.

P. Aunque Moulin Rouge se ha presentado como uno de los filmes más innovadores de los últimos tiempos, su trama es una clásica historia de amor.

R. Hay algo maravilloso en interpretar una trágica historia de amor. Bueno, también me gustaría hacer una historia de amor en la que viva, pero ese arco clásico de la mujer que finalmente encuentra a la persona que siempre ha querido, pero cuando se está muriendo... Es La dama de las camelias, una combinación clásica que Baz ha hecho muy atractiva.

P. ¿Era consciente de que se trataba de cantar y bailar?

R. En absoluto. Canté una vez, cuando tenía 17 años, en una banda en Australia con la que iba los fines de semana. Obviamente, no alcanzamos la fama. Mi madre fue la que me inició al canto y siempre me ha dicho que le encantaría que un día cantara en una de mis películas, pero es mucho más difícil que actuar. Te hace sentir mucho más vulnerable.

P. ¿Y el baile?

R. Ewan McGregor y yo tomamos clases de baile todos los días durante seis meses y, la verdad, es que cuando estábamos con los leotardos y las zapatillas de ballet nos veíamos raros. Baz también quería que improvisáramos. Incluso aprendí a subirme al trapecio porque quería hacer yo misma todo mi trabajo. Como dice Baz, ser actor es como estar en un circo. En especial durante el rodaje de Moulin Rouge. Podía estar con mis hijos, cocinando o revisando sus deberes y vestir alguno de los asombrosos vestidos de esta película, esperando la próxima escena, como lo más normal. Supongo que es parte de ser actriz y madre trabajadora.

P. ¿Será más difícil ahora que está sola?

R. Prefiero tomarme cada día como viene. No tengo un plan maestro. Simplemente hacer lo mejor que pueda como madre y como mujer con la esperanza de que sea suficiente. Mi prioridad son mis hijos y quiero que crezcan contentos y sanos, y estoy dispuesta a dejarlo todo para conseguirlo, si tuviera que hacerlo. Me gustaría mantener un equilibrio entre mi vida profesional y como madre, pero si no puede ser, tomaría mi decisión, y aun así sería muy afortunada. He hecho grandes películas, he trabajado con grandes directores y espero seguirlo haciendo en el futuro.

P. Entre ellos se encuentra el español Alejandro Amenábar, con quien ha rodado Los otros, una elección inusual para una estrella de Hollywood.

R. Fue un placer trabajar en España con Alejandro. Él es uno de los grandes directores con los que he tenido el gusto de rodar. Las películas que me interesan no son necesariamente las grandes producciones de Hollywood. Ahora estoy pendiente de hacer una película con Lars von Trier y estoy interpretando a Virginia Woolf en la versión de Stephen Daldry de The hours, en la que también trabajan Meryl Streep y Julianne Moore. Espero seguir haciendo elecciones poco usuales.

P. ¿No le parece irónico promocionar una historia de amor en este momento de su vida?

R. El mensaje de la película es que no importa cuál sea tu experiencia o tu pasado, siempre te puedes enamorar. Siempre existe esa esperanza. Yo también creo en el destino y en la idea de que existe una media naranja para cada uno de nosotros. Sigo creyéndolo. Es más que amor, es una filosofía de vida. Se trata de vivir la vida, no huir de ella.

P. Baz Luhrmann piensa que las recientes circunstancias la han hecho crecer.

R. No sé si he crecido, pero creo que me ha dado sabiduría. Estas situaciones te hacen una persona más profunda, con más compasión, con más comprensión. Cualquier cosa que te hace sufrir te hace más sabia. No es que diga que me den más de este cáliz, pero supongo que es parte de la vida. Tengo 33 años y esto es lo que estoy viviendo ahora.

Nicole Kidman, en un fotograma de la película <i>Todo por un sueño</i>.
Nicole Kidman, en un fotograma de la película Todo por un sueño.
Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_