Aquella noche tan lejana
En relación con el excelente artículo de Ariel Dorfman (sobre el teniente norteamericano Bob Kerrey y la matanza de 1969 en Vietnam, publicado el jueves 3 de mayo) debo, sin embargo, discrepar sobre la conclusión final a la que llega. No creo que la solución a este problema sea una mayor implicación de los ciudadanos en contra de este tipo de atrocidades. Creo que este elemento es muy importante para contribuir a su conocimiento, enjuiciamiento y condena, pero que la clave está en la creación de un poder legítimo y supranacional que vele por este tipo de violaciones en el ámbito internacional.
No podemos encargarnos de velar por cada crimen que se comete en el mundo, porque sencillamente no daríamos abasto. Pero sí podemos ponernos de acuerdo para que 'alguien' lo haga en nombre de todos. ¿Por qué será que las naciones con más tendencia a cometer (o ayudar a cometer) este tipo de atrocidades son las que más se oponen a la creación de un Tribunal Penal Internacional? Quizá aquí, en la presión de la opinión pública internacional, sí podamos los ciudadanos de a pie jugar un papel importante. Por ello creo que sería más eficaz el esfuerzo del señor Dorfman, y me uniría gustoso a él si se dirigiera a hacer campaña por el tribunal. ¿O hacen falta unas cuantas matanzas más?-