Sanidad avisa que crece el consumo de antibióticos
Un estudio demuestra el abuso de estas medicinas aunque bajan las enfermedades infecciosas
Los ciudadanos vascos han incrementado ligeramente el consumo de antibióticos, a pesar de que los datos indican que existe un descenso de las enfermedades infecciosas desde 1990, según un estudio realizado por el Departamento de Sanidad. El informe también confirma que el consumo excesivo de antibióticos genera más resistencias de las bacterias que causan las patologías más frecuentes, además de que puede tener efectos tóxicos secundarios.
El trabajo de Sanidad llama la atención sobre lo difícil que resulta entender que los médicos receten antibióticos cuya acción cubre un amplio espectro de microorganismos y que presentan un elevado coste económico, frente a los antibióticos clásicos. Este uso se produce en procesos que no requieren tratamiento a base de antibióticos y está relacionado con la 'presión' que ejerce la industria farmacéutica para que se receten antibióticos nuevos que son más caros, según los autores del informe.
Así, el antibiótico clásico, la penicilina, está en una curva descendente mientras aumentan los más modernos (como cefalosporinas y quinolonas) que se empiezan a emplear a medida que la industria farmacéutica los comercializa. Estas empresas saben cómo incidir en los médicos para que receten estos medicamentos. Una prescripción antibiótica más racional permitiría conseguir un ahorro anual en gasto farmacéutico en Euskadi superior a los mil millones de pesetas.
Para acercarse a este objetivo, el estudio propone una colaboración multidisciplinar entre todos los agentes implicados en el problema: sector farmacéutico, población, veterinarios, médicos y personal sanitario.
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