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Mazak apuesta por las 'ciberfactorías'

La fabricante de máquina-herramienta cree que el futuro del sector está en las tecnologías de la información

Convertir las siete plantas que tiene repartidas por el mundo en ciberfactorías es el último reto de Mazak, una empresa familiar japonesa que es la segunda fabricante mundial de máquinas-herramienta. Las tecnologías de la información en la producción ya se aplican desde 1998 en su planta matriz de Mazak, en Oguchi, cerca de Nagoya. Esta planta, que nació en 1928 para fabricar maquinaria para tejer tatamis, se convirtió hace tres años en la primera ciberfactoría de Mazak, empeñada ahora en trasladar esta nueva tecnología a las fábricas que tiene en EE UU, Reino Unido, Singapur y China.

El presidente de Mazak, Teruyuki Yamazaki (Nagoya, 1928), asegura que el futuro del sector está en la combinación de la tecnología de la fabricación con las tecnologías de la información para aumentar la productividad de las plantas, mejorar el servicio al cliente y 'ofrecer en una misma máquina prensado, torneado y rectificado de piezas', señala.

A sus 72 años, el presidente de Mazak tiene puestas todas sus esperanzas en las nuevas tecnologías y asegura con firmeza que estamos viviendo 'la cuarta revolución industrial', de la que espera todavía más de lo que en su día supuso la tecnología del control numérico en el sector.

Mazak, que fabrica al año 7.000 máquinas herramienta y emplea a 4.200 personas, lanzó hace tres años el primer control numérico mundial con un PC integrado. Su objetivo ahora es convertir las siete plantas del grupo en factorías cibernéticas en contacto permanente con el cliente y conectadas entre sí para responder a los pedidos en el mínimo tiempo posible y garantizar el mantenimiento por control remoto de las máquinas cuando ya están instaladas. El próximo mes de septiembre, en la feria EMO de Hannover, el grupo presentará sus nuevas máquinas fabricadas con tecnología digital.

Desde que en 1958 Yamazaki se incorporó al negocio de su padre, su apuesta por la innovación ha sido clara. De hecho, el grupo, que facturó el año pasado 1.300 millones de dólares (245.000 millones de pesetas), cuenta con 19 centros tecnológicos claramente orientados a los clientes. 'Los centros tecnológicos son muy importantes, porque sirven para transferir tecnologías a las empresas antes y después de que se ejecute la venta', destaca Yamazaki, para añadir que los clientes ya no necesitan un catálogo para ver sus productos, sino que pueden comprobar en estas instalaciones que las máquinas más modernas de Mazak 'fabrican piezas que costaban una hora en sólo diez minutos'.

Alemania e Italia son los principales competidores del grupo, que no ve amenaza en los mercados emergentes, porque cuenta con el arma de la innovación. Sí mira más, en cambio, el presidente de Mazak hacia la economía estadounidense, cuya desaceleración cree que puede afectar a los resultados de los fabricantes japoneses de máquina-herramienta. En 2000, este sector en Japón facturó 8.100 millones de dólares (1,5 billones de pesetas), el 25% de las ventas mundiales de esta industria.

Centro alavés

Teruyuki Yamazaki , presidente de Mazak, visitó por primera vez el País Vasco hace 25 años, aunque por prudencia prefiere no opinar sobre los fabricantes locales de máquina-herramienta. Recientemente, ha vuelto para inagurar un centro tecnológico en Legutiano (Álava). En este proyecto, en el que se han invertido 700 millones de pesetas, van de la mano Mazak y su distribuidora exclusiva en España, la empresa Intermaher, que ha colocado en el mercado nacional más de 1.000 máquinas de la fabricante japonesa. En el polígono alavés de Gojain se han habilitado 900 metros cuadrados de exposición permanente donde los compradores podrán ver cómo funcionan las máquinas más modernas de Mazak y donde accederán al servicio técnico y formación que el grupo ofrece a sus clientes. Con el de Álava, ya son 19 los centros tecnológicos de Mazak, que este año abrirá más instalaciones de este tipo en México, Corea y Taiwan.

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