Rápido y contundente
Nadie podrá decir que la Reserva Federal (Fed) tiene dudas o le tiembla el pulso al aplicar la política monetaria que considera idónea para la economía de Estados Unidos. En una nueva decisión relámpago, similar a la de enero pasado, anunció ayer por sorpresa una rebaja de medio punto en los tipos de interés. La Fed tiene muy claras las razones: 'El continuado debilitamiento de las inversiones' ante la reducción de beneficios de las empresas, y la caída de la confianza de los consumidores, que 'amenaza con mantener el ritmo de la actividad económica inaceptablemente débil'. Con este arrebato de decisión, la economía norteamericana tiene mayores probabilidades de recuperación, la economía mundial tiene más oportunidades de afrontar la sombra de la recesión y las economías dolarizadas de América Latina verán cómo se afloja un poco el dogal de la deuda.
Ha sido la decisión adecuada, en el momento oportuno. Las causas esgrimidas oficialmente por la Reserva Federal quizá se entiendan mejor si se recuerda que el consumo representa las tres cuartas partes del PIB de EE UU y que las familias estadounidenses, fuertemente endeudadas, encontrarán un alivio significativo en este abaratamiento del dinero. La oportunidad tampoco puede discutirse, si se tiene en cuenta que acaba de conocerse el indicador de precios que señala un descenso de seis décimas en la tasa interanual de inflación, hasta el 2,9%, y que el déficit exterior de la economía estadounidense ha descendido el 18,8%. Alejado el riesgo inflacionista y comprobado el fuerte crecimiento de las exportaciones, Greenspan y su equipo no han perdido el tiempo en tomar la mejor medida para estimular la economía.
Este recorte del tipo de interés tiene un alcance superior a los anteriores -la Fed ha bajado dos puntos en lo que va de año- porque significa que el precio del dinero en EE UU está ya por debajo del vigente en la zona euro. Un elemento de presión más para que el Banco Central Europeo (BCE), que no acierta a desprenderse de la rancia ultraortodoxia monetaria ejercida durante décadas por el Bundesbank, reconsidere su posición y baje el precio del dinero en la eurozona. La Fed va a seguir bajando tipos mientras le quepa alguna duda sobre la recuperación de la economía.
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