El túnel de Bracons vulnera la normativa sobre desniveles, según la oposición
Política Territorial mantiene que se respetan las pendientes máximas
El eje viario Vic-Olot por el túnel de Bracons que proyecta el Departamento de Política Territorial y Obras Públicas de la Generalitat prevé un desnivel del 8% en un trayecto de unos cuatro kilómetros, desde la boca del túnel hasta la Vall d'en Bas, cuando la normativa de carreteras de Fomento sólo admite excepcionalmente, y en un tramo máximo de tres kilómetros, desniveles del 5%.
Éste es uno de los argumentos de la plataforma de oposición a la vía rápida entre Osona y la Garrotxa, que ha presentado un recurso contencioso administrativo ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) relativo al estudio de impacto ambiental del túnel. El recurso ya ha sido admitido a trámite.
El Departamento de Política Territorial y Obras Públicas de la Generalitat, no obstante, desmiente que se incumpla la normativa de seguridad en el trazado y asegura que se han seguido todas las directrices de la legislación estatal sobre pendientes máximas, radios mínimos de curvas y otras disposiciones.
Además de la presunta vulneración de la normativa de carreteras, la plataforma que encabeza el colectivo Salvem les Valls mantiene que se causarán daños ecológicos al territorio. También discrepan abiertamente sobre los beneficios que la nueva carretera puede aportar al comercio y la industria de la zona.
Jaume Cabanyes, integrante de Salvem les Valls, mantiene que el proyecto, actualmente en espera de financiación, no puede llevarse a cabo porque es 'ilegal'. Cabanyes asegura que el objetivo de la plataforma opositora es impedir que se empiece a trabajar sobre el terreno. Para eso están decididos a solicitar a la justicia la paralización cautelar del túnel una vez que el procedimiento judicial lo permita. De momento, el juez dispone de poco más de un mes y medio para estudiar la documentación sobre el proyecto solicitada al departamento del consejero Pere Macias.
Triplicar la superficie
Enric Pardo, portavoz de la Associació de Naturalistes de Girona, una de las 20 entidades ecologistas catalanas que se oponen al túnel de Bracons, explica que adaptar el proyecto a los desniveles de la normativa de carreteras de Fomento supondría duplicar o incluso triplicar la longitud del túnel, que pasaría de los 4,2 kilómetros a los 11,7. El actual presupuesto, de 20.000 millones de pesetas, podría también triplicarse.
La Generalitat defiende la necesidad del eje viario como una fórmula para impulsar la maltrecha economía del territorio y fomentar la circulación de bienes y personas entre las comarcas de Osona y la Garrotxa. El proyecto viario está diseñado para unir las dos capitales de comarca en 29 minutos circulando a 100 kilómetros por hora. El recorrido total será de 38 kilómetros.
Un estudio de la Universidad Politécnica de Cataluña indica que el túnel permitiría ganar unos 18 minutos entre Vic y Olot respecto a otras vías alternativas.
La plataforma prepara nuevas acciones contra el proyecto, entre las que se estudia, en el mes de mayo, una carrera popular desde la Vall d'en Bas hasta el Parlamento catalán. Cabanyes asegura que la plataforma está sumando adhesiones porque la población toma conciencia de lo innecesario del proyecto. 'Tenemos el 90% de posibilidades de impedir la construcción del túnel', afirma. Entre los partidos que han prestado su apoyo a la plataforma de oposición al proyecto se encuentran ERC, IC-Verds, Alternativa Verda y Ciutadans pel Canvi, plataforma impulsada por Pasqual Maragall. No obstante, los partidos mayoritarios y buena parte de los alcaldes de los municipios del trazado no se oponen a su construcción. El colectivo ha reunido 100.000 firmas y se han presentado 1.200 alegaciones contra el proyecto.
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