El director del Louvre se jubila proponiendo crear una lotería para salvar el patrimonio artístico nacional

Pierre Rosenberg, director del Louvre hasta hoy, se ha jubilado lanzando una propuesta sorprendente: crear una 'lotería del patrimonio' cuyos beneficios servirían tanto para evitar que ciertas obras maestras sigan vendiéndose a coleccionistas estadounidenses o japoneses como para ayudar a restaurar edificios, cuadros o esculturas. 'La lotería del patrimonio es mi última batalla y creo que la he entablado de manera adecuada. La semana pasada me entrevisté con el ministro de Finanzas para exponerle en qué medida ese proyecto puede ser salvador', dijo. Para Rosenberg, los tres grandes países con tradición de coleccionismo -Italia, Gran Bretaña y Francia- han de 'encontrar fórmulas para proteger su patrimonio del acoso de países más ricos'. El modelo británico (creado en 1994) de una tasa sobre la lotería destinada a financiar operaciones culturales es la fuente de inspiración de un hombre que ha recorrido todos los escalafones de la Administración pública gala en lo que a patrimonio se refiere. 'Los italianos prohíben la exportación de toda obra de valor patrimonial, y los ingleses se han dotado de medios económicos para defender lo suyo. Sólo Francia, liberal en exportaciones, proteccionista en importaciones, una actitud en contra de toda lógica, no tiene una buena política a favor del patrimonio'.

El presidente Jacques Chirac ha dicho que 'la sugerencia de Pierre Rosenberg merece ser estudiada'. Hasta ahora, dada la escasez de fondos para la compra de obras de que disponen los museos franceses, ha sido la política fiscal sobre la herencia la que, a través de las daciones, ha permitido alimentar los fondos de las grandes instituciones culturales. El museo Picasso es, en ese sentido, un ejemplo. Pero para Rosenberg, especialista en La Tour, Fragonard, Chardin o Poussin, no es suficiente. Si su nuevo destino, en el consejo de administración del veneciano Palazzo Grassi, que organiza las exposiciones de la Fundación Fiat, le empuja a defender el mecenazgo a base de ventajas fiscales, la propuesta de una lotería artística tendría, según él, 'la virtud de desculpabilizar a los ciudadanos respecto al juego, pues lo relacionarían con hacer una buena acción para el país'.