Un experto afirma que abaratar los fármacos del sida frena la investigación

El profesor del Academic Medical Centre de la Universidad de Amsterdam y presidente electo de la Sociedad Internacional del Sida para el periodo 2002-2004, Joep Lange, rompió una lanza en favor de la industria farmacéutica en el debate abierto por el alto precio de los fármacos antirretrovirales en África, que convierte estos productos en bienes prohibitivos en zonas donde el índice de personas contagiadas por el virus rebasa el 20% de la población.

Lange apuntó que una rebaja generalizada y elevada del precio de los fármacos en los países en desarrollo derivaría a medio plazo en un descenso de precios en el resto del mundo, lo que dañaría la capacidad de las empresas de financiar la investigación de nuevos medicamentos que reduzcan los efectos secundarios que provocan los actuales y derivaría en una 'pérdida de interés' en el desarrolo de productos contra el virus de la inmunodeficiencia humana. La investigación privada es la única con 'medios y rapidez' capacitada para ofrecer una nueva generación de fármacos, apuntó Lange. El profesor de la Universidad de Amsterdam otorgó al sector público el papel de orientar las investigaciones y, además de defender los intereses de la industria, admitió que se ha de resolver la epidemia que sufren países de África y América Latina y que la rebaja de precios por la que han optado algunas de las multinacionales es un paso adelante.

Otro de los temas que ocupó la jornada de ayer fue el preservativo femenino como elemento preventivo frente a la transmisón del sida. El asesor de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y del departamento de la ONU destinado a combatir la enfermedad, Mitchell Warren, explicó que este método, cuyo uso admitió que se encuentra poco extendido, 'es distinto al masculino' ya que en lugar de ser de látex, está confeccionado con poliuretano. Frente al masculino, Warren señaló que es más fácil de usar, ya que cuenta con un anillo exterior, que ofrece un grado mayor de protección, y se puede poner hasta ocho horas antes de la relación sexual. El especialista de la OMS y de Naciones Unidas añadió una nueva ventaja: 'Al ser la propia mujer quien usa el preservativo, este hecho le plantea una mayor capacidad para negociar las relaciones sexuales' que el preservativo masculino no le ofrece.