Un moscatel ligero
No cabe ninguna duda de que no bebemos los mismos vinos que bebieron nuestros padres, ni tampoco los que degustarán nuestros nietos. Los vinos, y los paladares con ellos, evolucionan. Parece muy razonable que hayamos ido sustituyendo aquellos vinos pastosos y herbáceos del pasado por unos caldos más ligeros y afrutados. Unos vinos en los que la variedad con la que están elaborados está omnipresente. Esta característica permite encontrar, sin enmascaramiento alguno, el sabor de la uva de origen sin que nuestro cuerpo se fatigue.
En la división de los vinos dulces la modernidad o la actualidad también pasa por la naturalidad del fruto. Se ha abandonado esa práctica de elaboración de vinos rancios, que se tomaban al final de la comida servidos en copas pequeñas. Tampoco olvidamos que a estos vinos dulces se les atribuía la virtud de ser reconstituyentes, muy indicados para embarazadas y durante el periodo de lactancia.
Lo que aún resulta más sorprendente es encontrar cambios dentro del apartado de vinos dulces y en una denominación de origen tan pequeña como la de Navarra. Si queremos adentrarnos en este mundo, en Navarra encontraremos vinos dulces con crianza, dulces con poca graduación y mucha acidez, y otros con el grado propio de la fermentación. En fin, a gusto del consumidor.
Bodegas Camilo Castilla es uno de los máximos exponentes de los vinos dulces clásicos, con su moscatel Goya. Desde hace poco tiempo cuenta con un nuevo dulce, moscatel Montecristo. Un mosto pensado para el nuevo consumidor, más ligero y afrutado, con una justa acidez en la boca, lo que le hace ser más largo y persistente. Un dulce capaz de endulzar nuestro quehacer diario.
- Bodegas Camilo Castilla. Santa Bárbara 40. Corella (Navarra). Tlfno. 948 78 10 21
