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El caso de la telefónica de Serbia salpica al Gobierno de Italia

El caso Telekom Serbia, la discutida compra por Telecom Italia del 29% de la compañía estatal yugoslava en junio de 1997, regresó ayer al primer plano de actualidad en Italia. Gustavo Selva, portavoz del grupo de diputados de Alianza, presentó documentos que avalan la tesis, negada hasta ahora por el Ejecutivo italiano, de que el Ministerio de Exteriores estaba al corriente del interés yugoslavo por entrar en tratos con Telecom Italia.

Se trata, básicamente, de telegramas enviados entre 1996 y 1997 por el embajador italiano en Belgrado al entonces subsecretario de Exteriores, Piero Fassino, hoy ministro de Justicia y candidato a vicepresidente del Gobierno por El Olivo en las próximas elecciones. En uno de los telegramas de noviembre de 1996 se lee, entre otras cosas: 'Sainovic ha confirmado la voluntad política de dar espacio a Italia en los sectores punteros mencionados y ha puntualizado que la elección de las ofertas se hará no exclusivamente en base a criterios de mercado. Para las inversiones ha subrayado la oportunidad de pasar a través del Gobierno federal [es decir, él mismo]'.

En otro telegrama del mismo mes de 1996 se hace mención a una visita de Fassino a Belgrado y se especifican los diferentes encuentros con altos cargos del Gobierno yugoslavo.

Selva reconoció haber obtenido los documentos gracias a una colaboración secreta, motivo por el cual el ministro Fassino 'me telefoneó hace días amenazándome con enviarme a los tribunales', precisó el diputado de Alianza, antiguo periodista.

Dinero para Milosevic

Telecom compró, a través de Stet, el 49% de las acciones de Telekom Serbia, dejando en manos del régimen de Slobodan Milosevic una suma superior al billón y medio de liras (130.000 millones de pesetas).

La operación envolvió presuntamente el pago de comisiones ilegales, según denunció el diario La Repubblica en varios reportajes que detallaban todo el proceso de compra.

El régimen de Milosevic pudo afrontar la grave crisis económica que atravesaba el país y sobrevivir a un cerco político interno muy estrecho gracias a esos millones, una parte de los cuales sirvió también para adquirir armamento con el que combatir a la guerrilla albanesa en Kosovo.

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