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El autor boliviano Manfredo Kempff retrata 'el terror del machismo'

El escritor publica en España 'Luna de locos', su primera novela

Luna de locos se ubica en Santa Cruz de la Sierra, el mismo pueblo de la zona amazónica boliviana en el que nació Manfredo Kempff en 1945. El escritor alertó ayer en la presentación de la novela, en la Casa de América, sobre la vigencia de su tema central: 'El terror del machismo perdura en sociedades mucho más avanzadas que la de Santa Cruz, aunque se haya pasado del machismo físico al psicológico, tal vez más cruel'.

Los protagonistas del libro son tres hermanos: Fabián, Carlota y Felipe, que se vuelven locos por distintas causas. En común tienen que no son queridos por sus padres. Además, los tres nacen de sendas violaciones del padre a la madre, la cual pasa de amar a odiar a su marido, empujada por sus convicciones religiosas, al enterarse de que aquél tuvo hijos antes de casarse. 'El ambiente es sórdido, pero también hay momentos de gracia', promete Kempff.

El escritor asegura que se inspiró para escribir la historia de la familia Aguilera en experiencias personales y en hechos que le contaron. Explica que a comienzos de siglo los miembros de las 20 o 30 familias de la clase alta de Santa Cruz de la Sierra se casaban entre sí y era frecuente que fruto de esa endogamia las familias tuvieran 'un hijo opa', al que por vergüenza escondían en un patio o confinaban al campo a recibir amarrado duchas frías. 'Lo he visto yo', dice Kempff.

Realismo descarnado

En cuanto al estilo de su primera novela (tras Luna de locos, de 1994, publicó Margarita Hesse y Sandiablo), Kempff reconoce que toma aspectos del realismo mágico, como el paisaje tropical, la rudeza de los personajes o 'los excesos en la lujuria y en la castidad'. Pero precisa que el realismo de su relato tiene más de descarnado que de mágico: 'Nadie vuela, ni resucita, ni hay caminos que se llenan de flores, mariposas o pájaros, como en los libros de García Márquez'.

Aparte de ser 'un escritor de fin de semana', Manfredo Kempff, que en enero ingresó en la Academia Boliviana de la Lengua, ha sido diplomático (fue embajador de su país en España y Uruguay), y en la actualidad es ministro sin cartera de Información Gubernamental. 'La literatura y la diplomacia van del brazo', opina, 'pero ahora que estoy en política, ni hablar de escribir una página literaria', lamenta.

El otrora diplomático rechazó atender a la solicitud de varios periodistas de comparar a su presidente, Hugo Bánzer, con la figura literaria de dictador latinoamericano retratada por Asturias, Vargas Llosa, Roa Bastos o García Márquez. 'El pueblo boliviano ya le ha juzgado con su voto', atajó. Kempff defendió a su presidente de quienes le acusan de dictatorial afirmando que mantiene alianzas con partidos 'de izquierda radical', que ha sido respaldado democráticamente 'dentro y fuera del país' y que ha combatido el narcotráfico 'tratando por todos medios de respetar en lo posible los derechos humanos'.

Manfredo Kempff, ayer en Madrid.
Manfredo Kempff, ayer en Madrid.BERNARDO PÉREZ
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