Verjas al arte neolítico

Dos de los siete abrigos rupestres descubiertos en Penáguila (en la comarca de El Comtat) que albergan pinturas del Neolítico tienen más difícil el acecho del hombre. Sendas verjas protegen desde ayer estas pinturas halladas en 1980 por los investigadores del Centre d'Estudis Contestans y que tienen, según su presidente, Pere Ferrer, entre los 7.000 y 8.000 años de antigüedad. Las pinturas rupestres de Penáguila, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, han sufrido varios actos vandálicos.

La actuación de ayer consistió en la colocación de una verja de seguridad en los abrigos 2 y 6, más conocidos como Abric del Port de Penáguila y Abric del Salt. Para transportar la verja al Abric del Port fue preciso cortar la carretera entre Penáguila y Sella, para que una grúa de gran tonelaje pudiera encumbrar la reja al abrigo. En el caso del Abric del Salt, debido a su mayor inaccesibilidad y a que se encuentra a 20 metros de altura, se necesitó la ayuda de un helicóptero. La actuación que llevó a cabo Patrimonio es fruto de la denuncia que el Centre d'Estudis Contestans realizó a la Consejería de Cultura tras descubrir, hace un año, que las pinturas de estos dos abrigos del Neolítico habían sufrido la agresión de la mano del hombre, con carbón y pintura acrílica. La actuación de la Consejería de Cultura en Penáguila, a través de la dirección general de Patrimonio, ha supuesto una inversión de dos millones y medio de pesetas, según informó el jefe de servicio de Patrimonio Arqueológico, Francesc Llop.

Los restos de Penáguila forman parte de la colección de 350 pinturas rupestres descubiertas en toda la Comunidad Valenciana. Todas ellas fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, 'cuestión que ha obligado a llevar a cabo esta protección que puntualmente ejerce la consejería', agregó Francesc Llop.

'De todas las pinturas rupestres descubiertas en la provincia de Alicante, unas 140, tan sólo hay protegidas siete, entre ellas las de Penáguila. Hace falta una mayor actuación por parte de la Administración y una política de protección más efectiva', denunció ayer Pere Ferrer.

La entidad que preside ha llevado a cabo una labor de investigación y protección de los hallazgos de la Prehistoria no sólo en las comarcas valencianas sino también que en los yacimientos de otras comunidades. A su entender, lo más importante es 'concienciar' a los vecinos de las poblaciones donde se encuentran estos yacimientos de la 'importancia de los abrigos, para que de este modo colaboren en su conservación', señaló.

El caso más sangrante de destrucción del arte rupestre se produjo en el Abrigo de Benirrama, en la Vall de Gallinera, donde unos desconocidos sustrajeron las pinturas tras serrar la roca que las lucía.