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Un problema de medio billón

La encefalopatía espongiforme bovina desata un 'rosario de cuentas' entre la Comisión Europea y los Estados miembros para detener la enfermedad

La crisis de las vacas locas costará medio billón de pesetas en dinero público si la actual desconfianza de los consumidores se mantiene a lo largo del año. A esa cantidad habría que añadir los costes generados por la fiebre aftosa, aunque éstos de momento son casi despreciables y sólo tendrán verdadera importancia si la enfermedad acaba extendiéndose como una epidemia por el territorio comunitario.

La Comisión Europea ha gastado desde finales de diciembre 190 millones de euros (31.500 millones de pesetas) comprando 100.000 toneladas de ternero macho para sostener los precios de intervención del mercado de la carne. De mantenerse ese mismo ritmo a lo largo de todo el año, Bruselas debería invertir otros 950 millones de euros (casi 160.000 millones de pesetas). A esa cifra se debe añadir el coste del almacenamiento de la carne adquirida mediante la intervención pública.

La Comisión Europea ha adquirido hasta ahora 50.000 toneladas de carne para su destrucción, una medida muy polémica que hasta ahora sólo se aplica en Francia, Irlanda y, desde hace muy poco, en España. Esas compras han sido sufragadas en parte por Bruselas, que lleva invertidos 70 millones de euros (11.600 millones de pesetas) y por los tres Estados beneficiados, que han aportado 30 millones de euros (5.000 millones de pesetas). Mantener ese nivel de compras durante todo el año exigiría un gasto comunitario adicional de 350 millones de euros (60.000 millones de pesetas) y unas aportaciones nacionales de 150 millones de euros (25.000 millones de pesetas).

A esas cifras hay que añadir unos 50 millones de euros (8.300 millones de pesetas) destinados a almacenamiento privado de carne para evitar el hundimiento de los precios. Todavía no han comenzado los pagos por el sacrificio de reses de más de 30 meses, que será financiado en un 70% por el presupuesto comunitario y un 30% por los Estados miembros.

Toneladas de carne

La Comisión estima que a lo largo de 2001 serán retiradas 800.000 toneladas de carne de reses de más de 30 meses, lo que exigiría un gasto europeo de 1.520 millones de euros (253.000 millones de pesetas) y un gasto nacional de 650 millones de euros (108.000 millones de pesetas).

De cumplirse esos pronósticos, la crisis de las vacas locas costará a lo largo de este año 2.960 millones de euros (490.000 millones de pesetas), de los que 2.130 millones serán aportados por la Unión Europea y 830 millones irán a cargo de los Estados miembros.

Estas cifras no incluyen el gasto que se pueda derivar de la fiebre aftosa. Esta enfermedad, que apenas es mortal pero sí muy contagiosa, lleva consumidos entre tres y cuatro millones de euros del presupuesto comunitario por el sacrificio de cerdos y corderos en el Reino Unido. El resto de países no reclama ayudas por los sacrificios preventivos que han hecho hasta ahora porque eso significaría admitir que tienen la fiebre.

'En el fondo no es una gran crisis desde el punto de vista presupuestario. Fue muchísimo peor la peste porcina en Holanda porque obligó al sacrificio de millones de cerdos', subrayan fuentes de la Comisión.

La Comisión Europea tiene un presupuesto de 41 millones de euros para las llamadas crisis veterinarias.

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