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Los abortos espontáneos crecen un 58% en Gaza

El comisionado general de la UNRWA visita España en busca de ayuda económica extra

Ángeles Espinosa

'Desde hace cinco meses, no podemos enviar un solo camión de nuestra sede en Jerusalén a la franja de Gaza; si los obstáculos israelíes persisten, las medicinas caducarán', se lamenta Peter Hansen, comisionado general de la UNRWA, la agencia de la ONU para los refugiados palestinos. Hansen se muestra cauto sobre si ese obstruccionismo ha causado víctimas. 'Es difícil establecer una relación directa, pero el conjunto de las sanciones sí tiene un impacto cuantificable: los abortos espontáneos han aumentado un 58% desde octubre', denuncia. 'El notable incremento de abortos no puede atribuirse a una sola causa. La falta de medicinas y de transporte adecuado o la situación de malestar psicológico generalizado, todo contribuye', admite Hansen. Pero no es el único daño a largo plazo. 'Habíamos alcanzado prácticamente el 100% de cobertura en vacunaciones; ahora ha descendido al 85%, y sigue bajando. Eso significa que las enfermedades van a extenderse y será negativo tanto para los palestinos como para los israelíes, lo cual demuestra que las armas no garantizan la seguridad', declara, convencido de que al menos este argumento debiera persuadir a los israelíes para levantar las restricciones de movimiento a los palestinos.

Trabajo dificultado

Los propios empleados de UNRWA sufren a diario esas limitaciones, lo que dificulta enormemente su trabajo. 'Yo mismo fui parado por un soldado a punta de fusil', recuerda Hansen, un experimentado diplomático de nacionalidad danesa que el pasado jueves se entrevistó en Madrid con el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqué. 'Los israelíes siguen imponiendo derechos de paso a la entrada de ayuda humanitaria en Gaza',

cuenta el comisionado para explicar por qué no pueden hacer llegar sus camiones a ese territorio palestino. 'El sistema que nos imponen va contra todos los principios y prácticas internacionales; no nos importa que los israelíes vean lo que transportamos, comprendemos sus preocupaciones de seguridad, pero rechazamos estar sujetos a prácticas de allanamiento', añade con firmeza.

De acuerdo con las condiciones que Israel ha establecido desde el inicio de la Intifada, los camiones de UNRWA tendrían que viajar desde Jerusalén hasta Qarni, el punto de entrada de mercancías en Gaza, ser descargados, inspeccionado su contenido y vuelto a cargar en otros camiones con matrícula palestina. El coste añadido de este proceso y las tasas sobre los materiales se elevaría a 81.000 dólares (unos 14,5 millones de pesetas) para este año. Y eso en un momento en el que UNRWA ha pedido 37,2 millones de dólares a la comunidad internacional para hacer frente al deterioro de la situación humanitaria en los territorios palestinos, en su peor momento desde 1991.

'Nuestro primer llamamiento el pasado noviembre [por 41,5 millones de dólares] fue respondido en cuestión de semanas, y a 1 de marzo se había cubierto el 85% de los objetivos', detalla Hansen. Aunque confía en obtener una respuesta similar ahora, sólo de forma implícita admite que ése sea el objetivo de su viaje. 'Me satisfaría mucho, pero también he venido a informar sobre la situación a los funcionarios concernidos', reconoce sonriendo. Pero lo que al comisionado le gustaría realmente es que todos los donantes (entre los que España ocupa el decimocuarto puesto) incrementaran sustancialmente su contribución para que los déficit anuales no pusieran en peligro su trabajo. Los 37,2 millones de dólares que ahora solicita UNRWA irán destinados a extender la ayuda de emergencia hasta mayo. El objetivo es ayudar a ese 40% de palestinos que se han quedado en el paro.

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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