Hallados en la costa gallega cuatro cadáveres del autobús portugués que cayó al Duero
Las fuertes corrientes fluviales y marítimas arrastraron los cuerpos de cuatro mujeres
El ministro de Interior portugués, Nuno Severiano Teixeira, informó que el Gobierno de Lisboa solicitó ayer mismo la ayuda española para que barcos y medios aéreos rastreen las aguas y costas de Galicia en busca de nuevos cadáveres, en una operación similar a la puesta en marcha en el norte de Portugal.
La confirmación de que los cuerpos descubiertos en España procedían del accidente portugués exige, en opinión del ministro, "una nueva respuesta que ampliará de este modo la extensión de las operaciones de búsqueda a todo el caudal del Duero hasta su desembocadura y evidentemente hacia las costas portuguesas y españolas". Estas noticias provocaron una profunda frustración entre los familiares de las víctimas, al temerse que algunos, tal vez muchos, de los cuerpos no sean encontrados nunca.
Asimismo, el ministro portugués añadió que un avión trasladará hoy los cuerpos de las víctimas hasta la comarca de Castelo de Paiva para entregarlos a sus familiares. Las mujeres, cuya identidad no se hizo pública anoche oficialmente, tienen edades comprendidas entre los 32 y los 74 años.
Por su parte, el alcalde de Castelo de Paiva, Paulo Teixeira, pidió a las televisiones portuguesas "contención" en sus informativos sobre las imágenes procedentes del rescate de los cadáveres en España: "La retrasmisión de esas imágenes no puede volver a ocurrir. En estos momentos de enorme dolor para las familias de las víctimas, les pido el máximo respeto para aliviar su sufrimiento. ¡Por amor de Dios, ayúdennos en estos momentos! Sólo les pido un poco de contención en las imágenes de esos cuerpos".
"Ropas portuguesas"
El responsable del Servicio Nacional de Bomberos de Portugal, Joaquín Meirinho, explicó antes de la confirmación de los hechos que algunas de las mujeres vestían "ropas portuguesas" y una de ellas llevaba un reloj con la hora de Portugal, una menos que en la España peninsular. Meirinho admitió en ese momento que la localización en Galicia de 12 asientos de un autobús, muy similares al siniestrado, y otros objetos personales de las víctimas permiten considerar "con bastante probabilidad" que se trata de cuerpos y elementos del accidente ocurrido en Portugal.
Fuentes españolas informaron anoche de que no existían denuncias de mujeres desaparecidas en Galicia. Por este motivo, las autoridades españolas enviaron ayer al país vecino fotografías de los cadáveres y copias de sus huellas dactilares para intentar comprobar su identidad, que finalmente fueron definitivas.
Por su parte, los servicios de rescate portugueses intentaron sin éxito, por cuarto día consecutivo, localizar el autobús y los vehículos que cayeron al río en la aciaga noche del pasado domingo. Para facilitar las operaciones de búsqueda, las autoridades españolas cerraron los embalses que desaguan al río Duero, reduciendo el caudal del río en unos cinco metros, pero los submarinistas portugueses no consiguieron localizar rastros de los vehículos ni de las víctimas.
El cierre temporal de esos embalses provocó la crecida del Duero en territorio español, lo que causó la inundación de varias calles de Zamora. Los servicios de rescate confían ahora en que los cadáveres comiencen a salir a la superficie, siempre y cuando no se encuentren atrapados en las profundidades de las aguas.
Menos víctimas
Por otro lado, cinco días después de la tragedia, y en un golpe de efecto casi surrealista, el administrador de la empresa Asadouro, Mario Almeida, explicó ayer que el autobús que cayó al río transportaba un total de 53 personas (52 pasajeros y el conductor) y no 67, como habían informado en un principio. Almeida explicó a varias radios portuguesas que los excursionistas eran 48 adultos y cinco niños, según las denuncias de personas desaparecidas en las parroquias de las localidades afectadas, pero no especificó cuáles eran los registros de su propia empresa.
El propio Almeida afirmó también que, probablemente, el parabrisas del autobús se quebró en el momento del impacto debido a sus sistemas de fijación, lo que evidentemente habría facilitado la inmediata salida de algunos, tal vez muchos, cuerpos. Nadie puede explicarse cómo esta última información no fue facilitada con antelación a las autoridades.
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