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Las emisiones de CO2 pueden reducirse con la tecnología actual

La ONU asegura que hay soluciones económicamente rentables

Los principales expertos en cambio climático y los representantes de unos 100 Gobiernos concluyeron ayer en Accra (Ghana) un exhaustivo informe que demuestra que las emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero -y el consiguiente calentamiento global- pueden reducirse de forma rentable con las tecnologías ya disponibles. Todo lo que se requiere es que los Gobiernos aborden las políticas adecuadas.

El informe ha sido elaborado por uno de los tres grupos de trabajo del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC) de la ONU. Los otros dos grupos ya dictaminaron que el calentamiento global estaba causado por la actividad humana -en particular por las emisiones de gases- y que, de no corregirse las actuales tendencias, el aumento de la temperatura media podría alcanzar el nivel catastrófico de los seis grados durante el presente siglo.

La actividad humana causa el calentamiento global debido a las emisiones a la atmósfera de CO2 (dióxido de carbono) y otros gases que tienen la siguiente propiedad: la radiación solar los atraviesa de modo muy eficaz, pero el calor no se disipa después de forma suficiente. Es análogo a lo que ocurre con los cristales de un invernadero.

Los expertos reconocen que, desde 1995, el desarrollo de tecnologías que permiten reducir las emisiones ha sido más rápido de lo previsto. Entre estos avances destacan los motores y turbinas de baja emisión, las técnicas para reducir los contaminantes atmosféricos de algunas industrias metalúrgicas y químicas, y la demostración de que el subsuelo puede almacenar cantidades sustanciales de CO2.

Cientos de técnicas

La sustitución del carbón, el petróleo y sus derivados por otras fuentes energéticas más limpias -como las energías solar y eólica- sigue teniendo un papel central en las conclusiones del nuevo informe, pero los autores subrayan que ya hay disponibles cientos de tecnologías y prácticas que son capaces por sí mismas de dar cuenta de la mitad de la reducción de emisiones necesaria entre 2010 y 2020. Se trata de técnicas que permiten un uso más eficiente de la energía en los puntos finales: edificios, medios de transporte y plantas de manufactura.

Más aún: cerca de la mitad de esas prácticas no sólo reducen emisiones, sino que también ahorran dinero, por lo que su implantación depende exclusivamente de que cada Gobierno tome las decisiones políticas adecuadas. Estas decisiones son esenciales, porque de no tomarse, resaltan los autores del informe, el potencial de esas tecnologías no se verá realizado nunca.

Esas políticas, aclaró ayer un portavoz de la ONU, consisten en incentivar a las empresas para que adopten esas tecnologías y 'destruir las barreras socioeconómicas' que dificultan actualmente su implantación.

Según las previsiones del informe, los combustibles fósiles seguirán dominando el suministro de energía al menos hasta 2020, ya que son relativamente baratos y abundantes. Aún dentro de este periodo, los combustibles más contaminantes (carbón y derivados del petróleo) irán siendo sustituidos parcialmente por el gas natural, que emite menos gases dañinos.

Otras fuentes que permitirán reducir los niveles de emisiones serán, según el informe, los residuos agrícolas y ganaderos, el metano, la energía eólica y la hidráulica. También se menciona la prolongación del uso de las centrales nucleares (lá energía atómica no emite dióxido de carbono).

Sectores perjudicados

El escenario previsto por el IPCC irá en perjuicio de algunos sectores industriales: los del carbón, el petróleo y el gas, y algunos sectores que usan la energía muy intensivamente, como el del acero.

El informe de Accra ha sido hecho público sólo un día después de que los ministros de Medio Ambiente del Grupo de los Ocho (G-8, los siete países más industrializados y Rusia) apoyaran en Trieste (Italia) el Protocolo de Kioto de 1997 sobre reducción de emisiones que ninguno de sus países ha ratificado todavía.

El comunicado de los ministros de Medio Ambiente del G-8 decía, de forma algo críptica: 'Nos comprometemos (...) a luchar por alcanzar el acuerdo en las principales cuestiones políticas y a asegurar de forma rentable económicamente la integridad ambiental del Protocolo de Kioto'.

Los tres estudios

El estudio hecho público ayer es el tercero que emiten este año los tres grupos de trabajo del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU. El primero, dado a concer en Shanghai en enero, consideró probado claramente por primera vez lo que se sospechaba desde hacía años: que el calentamiento global observado es consecuencia de la actividad humana, y no de un cambio aleatorio del clima terrestre. El segundo, emitido en Ginebra en febrero, concluyó que si las emisiones de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono, no se desaceleraban (primero) y se tornaban a la baja (después) a lo largo de las próximas décadas, la Tierra se vería condenada a sufrir inundaciones catastróficas, plagas y olas de caos social en muchos puntos.

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