Una nueva edición de 'Que van a dar en la mar' revive la melancolía de Jorge Guillén
'En esta nueva publicación de Que van a dar en la mar se va en contra, por primera vez, de todos los tópicos y las simplificaciones que han hecho los manuales de escuela y el mal periodismo sobre la poesía de mi padre', afirmó el miércoles el hijo de Jorge Guillén (1893-1984), Claudio, en alusión a la reedición artesanal de esta obra -con un estudio crítico del hispanista Chistopher Maurer- por el Ayuntamiento de Madrid.
'Se tiene de él una imagen optimista pero él era el hombre de la vida y de la muerte', añadió Guillén, catedrático de Literatura Comparada de la Universidad Autónoma de Barcelona y ganador del Premio Nacional de Ensayo. Frente a su considerada obra cumbre, Cántico -en la que se habla de la vida, la hermosura y la luz-, en este libro posterior 'hay mucho más', subrayó. 'Aquí se trata sencillamiente de la muerte del tiempo, del envejecimiento'.
Alegría y tristeza
Estrofas como 'Soy yo quien con el tiempo gana y pierde', o 'Mi ser: una centella. Soy mortal' reflejan los sentimientos contrarios, de alegría y tristeza, que albergaba el autor, coincidieron Javier Díaz de Castro y Mario Hernández, dos estudiosos de su obra. La muerte de su esposa y de su mejor amigo, Julio Salinas, fueron el detonante, en su opinión, de su poesía melancólica. 'Es un libro de una serenidad convulsa, en el que a un verso de abatimiento sigue otro de sabia aceptación de la vida como un privilegio fugaz', afirmó el escritor Felipe Benítez Reyes.
Que van a dar en la mar, título que coincide con un verso de Jorge Manrique, se editó de forma independiente en 1960 y con el tiempo se integró dentro del tomo Clamor, junto con Maremágnum y A la altura de las circunstancias. El Ayuntamiento de Madrid saca ahora a la luz este conjunto de poemas de forma aislada, por expreso deseo de su hijo, dentro de una colección que homenajea a los escritores de la generación del 27.
El libro se ha impreso de forma artesanal en la imprenta del Centro Conde Duque de Madrid. Dos aguafuertes de Rafael Canogar, discípulo de Vazquez Díaz y miembro fundador del grupo El Paso, ilustran esta obra que ha tenido una tirada de 2.000 ejemplares y que se pondrá a la venta a 3.000 pesetas, una 'cifra simbólica' según el Ayuntamiento. 'Es la edición más hermosa de la poesía de mi padre desde la publicación en Verona de su obra completa', concluyó Claudio Guillén.
Babelia
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