Pastrana pide a Bush más comercio para frenar el narcotráfico
El diálogo político y la liberalización del comercio son las dos alternativas a la guerrilla y al narcotráfico que ayer expuso el presidente colombiano, Andrés Pastrana, a su homólogo estadounidense, George Bush. EE UU, respondió Bush, no se sentará en una mesa de diálogo con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) hasta que este grupo no entregue a los autores del asesinato de tres indigenistas norteamericanos, en 1999. Bush, en cambio, escuchó con interés las propuestas económicas de Pastrana.
Pastrana, el primer mandatario latinoamericano que visita a Bush en la Casa Blanca y el segundo con el que se entrevista tras el mexicano Vicente Fox, interpretó una música grata a los oídos del nuevo Gobierno: el libre comercio más que la intervención militar como remedio potencial al cultivo y tráfico de cocaína y heroína.
El presidente colombiano expresó su deseo de que Bush apoye el proyecto de ley que presentará en el Congreso el senador demócrata por California Bob Graham. Ese proyecto prorroga y amplía la Ley de Preferencias Comerciales Andinas (Atpa), que, desde 1992, concede acceso preferencial al mercado de EE UU a casi 6.000 productos colombianos, como estímulo a la lucha contra el narcotráfico. El plan de Graham también extendería a los países andinos las ventajas arancelarias que tienen los caribeños y centroamericanos, como compensación a los huracanes.
Alternativas a la droga
'Empleo significa menos violencia y más alternativas frente al cultivo de drogas', declaró Pastrana en Washington. El presidente colombiano subrayó que el mejor modo de reducir el atractivo del narcotráfico es garantizar un acceso fluido al mercado de EE UU tanto a los cultivadores de café como a otros sectores colombianos como el textil, el cuero, el petróleo y sus derivados, los azúcares y los aguardientes. Pastrana informó de que muchas familias cafeteras están abandonando este cultivo para sembrar coca y amapola de opio.
El lenguaje de Pastrana sonó bien en Washington, donde la intervención militar decidida por Clinton en Colombia suscita el recelo de muchos demócratas y republicanos, incluido el Gobierno. Bush declaró la pasada semana que la misión de las tropas de EE UU en Colombia debe limitarse a tareas de entrenamiento. Preguntado sobre el Plan Colombia, Bush respondió: 'Comparto la preocupación de quienes temen que en algún momento EE UU se vea envuelto en acciones militares. Sé que estamos entrenando, y eso está bien, pero la misión debe limitarse justamente a eso'.
Pastrana también le sugirió a Bush la posibilidad de que EE UU se siente en la mesa de negociaciones entre el Gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC. Pero Bush rechazó ayer esa posibilidad hasta que ese grupo entregue a la justicia colombiana a los responsables del asesinato de tres indigenistas norteamericanos. 'Simplemente no podemos reunirnos con las FARC', dijo el portavoz del Departamento de Estado.
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