Las siamesas separadas en La Paz evolucionan 'satisfactoriamente'
Los médicos retiran la sedación a las pequeñas marroquíes
'Anoche dormí como un lirón', declaró Juan Antonio Tovar. Cansados pero satisfechos, el coordinador de la intervención y varios componentes de su equipo explicaron ayer detalles de la operación y de la rehabilitación que espera a las dos hermanas. 'Aún es pronto para hablar de prótesis', dijo Tovar en relación a la pierna que le falta a cada una.
En cualquier caso, su situación ahora va a ser 'mucho mejor' que la que les esperaba si no se hubiera intervenido. Con sólo dos piernas, las siamesas estaban condenadas a vivir 'tumbadas boca arriba, sin poder darse la vuelta' sin ayuda, explicó Tovar. Como cada niña tenía su propio corazón y sus pulmones, podían haber sobrevivido mucho tiempo en esa situación.
La decisión de separar a las niñas estaba, esta vez, clara. A la hora de operar 'nos guiamos por la posibilidad de ofrecer una situación mejor a los niños', afirmó el cirujano. 'En este caso, se daba un beneficio para ambas', comentó, en referencia al caso de las hermanas colombianas Lorena y Daniela, que el mismo equipo se negó a separar, el año pasado, porque 'no había beneficio esperable'.
Los más de 50 integrantes del equipo multidisciplinar del Hospital Universitario de La Paz de Madrid se encontraron con 'pequeñas sorpresas' durante la operación, pero ninguna resultó insalvable. 'No se puede decir que hubiera un momento especialmente delicado', dijeron.
Podrán tener hijos
La intervención, que empezó por la parte delantera del cuerpo de las niñas, dividió el esqueleto, la aorta, las venas cavas, la vejiga, parte del aparato digestivo, el recto y la vagina. La reconstrucción del sistema genital ha sido mejor de lo que se esperaba. 'No veo por qué en el futuro no van a poder tener hijos', comentó el médico.
Pero los especialistas no quisieron aventurar mucho acerca del futuro de las niñas. 'Si todo va muy bien, muy bien, estarán fuera de riesgo en 10 o 15 días', aclaró el jefe de cirugía pediátrica de La Paz. 'Es imposible saber cuánto tiempo van a estar en España. Siempre hay sorpresas', declaró el médico. 'Hay que tener en cuenta que [los siameses] son caprichos de la naturaleza'. Ahora, 'lo primero es esperar que se curen sus heridas'.
Ayer mismo, los médicos comenzaron a retirarles la sedación para preparar la extubación de las niñas, que se encuentran en la unidad de reanimación infantil del hospital La Paz de Madrid, perteneciente al Insalud.
Es posible que el padre de las pequeñas, que vive en Tiznit, un pueblo costero 700 kilómetros al sur de Rabat, visite a sus hijas durante el postoperatorio, comentaron ayer los responsables del centro. Pero el objetivo de los médicos españoles es que las niñas hagan la mayor parte de su rehabilitación en el Hospital Infantil Ibn Sina de Rabat, donde las esperan para trabajar con ellas 'lo antes posible'.
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