La Generalitat trata de evitar que Enron retire su inversión de Cataluña

A pesar de que el conseller en cap, Artur Mas, confesó a alcaldes y cargos de CDC en Tarragona que el Ejecutivo autónomo estaba dispuesto a echar atrás el proyecto de central de Móra la Nova, el Departamento de Industria insiste en ubicarla en la localidad tarraconense.

La multinacional norteamericana ya ha comprado en Móra la Nova los solares en los que proyecta edificar cuatro grupos de generación eléctrica de ciclo combinado. Esta tecnología permite obtener electricidad a partir del gas natural y las calderas de vapor de agua. Así se logra un aprovechamiento de casi el 50% del gas utilizado, frente a otros sistemas térmicos, como el fuel o el carbón, que apenas permiten aprovechar el 30%.

Enron, que planea invertir 100.000 millones de pesetas en la construcción de la central, está dispuesta a modificar sus planes para reducir el impacto medioambiental y paralelamente busca alternativas en otros puntos de Cataluña, 'preferentemente situados en el litoral', explicaron ayer a este diario fuentes del sector. El director de negocios de Enron en España, Gonzalo Gómez Navarro, está manteniendo contactos con el Departamento de Industria de la Generalitat y con miembros de otros partidos para configurar 'un escenario de sostenibilidad y consenso político que haga posible su inversión en Cataluña'.

En todo caso, según los mismos medios, las posibilidades de que Enron busque otro emplazamiento aumentan con el paso del tiempo, ya que 'una multinacional nunca decide una inversión de gran tamaño si no existe acuerdo total entre los agentes sociales y políticos implicados'.

De momento, los temores de la empresa norteamericana han aumentado tras la manifestación que el pasado domingo reunió a 25.000 personas en Móra la Nova. Los manifestantes se concentraron también en contra del trasvase del agua del Ebro y del Mapa Eólico. Por su parte, un portavoz de la compañía eléctrica, que tiene su sede europea en Londres, afirmó ayer que la empresa no se manifestará oficialmente sobre el proyecto de Móra hasta que se despejen las incertidumbres desatadas.

La Generalitat quiere asegurarse a toda costa el proyecto de Enron. Esta urgencia viene impuesta por el déficit eléctrico previsto en Cataluña, cifrado en 3.000 megavatios, equivalente a un tercio de la capacidad actual instalada, según los cálculos efectuados por una comisión de expertos nombrada por el Parlament en la que están representados todos los partidos políticos catalanes. Actualmente Endesa controla más del 95% del mercado eléctrico catalán. Industria arguye este futuro déficit para apoyar la inversión de Enron, pero el departamento que dirige Antoni Subirà se ha visto frenado por la implicación del Departamento de Medio Ambiente, cuyo titular, Felip Puig, debe tomar en consideración los aspectos ecológicos.

Emisiones dentro de la ley

La decisión de Mas de poner sordina al proyecto de Móra la Nova obliga ahora a Industria a mantener reservas sobre sus contactos con Enron para explorar alternativas a la planta eléctrica.

El Instituto Químico de Sarrià, adscrito a la Universidad Ramon Llull de Barcelona, ha efectuado un estudio, encargado por el Ayuntamiento de Móra la Nova, sobre el impacto medioambiental en la zona, y sus conclusiones desvelan que la emisión de gases de la central sería inferior a los límites impuestos por las directivas europeas.

Por su parte, el alcalde de Móra, Joan Sabanza, dijo ayer que quienes se oponen a la construcción de la central de Enron 'actúan por envidia' y defendió que este proyecto aportará '300 millones de pesetas en infraestructuras de comunicación' a la comarca. Sabanza, que además de alcalde es diputado en el Parlament por CiU, considera que no hay motivos relacionados con el medio ambiente para oponerse a la construcción de la planta y acusa de 'oportunistas políticos' a quienes rechazan el proyecto. El municipio impulsa un modelo de crecimiento económico que no esté sólo basado en la agricultura y el turismo, sino que también tenga en cuenta la implantación de nuevos focos industriales. El alcalde expuso los motivos por los que apoya el proyecto de la central en una asamblea que la comisión de seguimiento del proyecto convocó el pasado martes en Móra, a la que asistieron unos 700 vecinos.