Hacienda reconoce la desaparición de archivos con datos de contribuyentes relevantes

En noviembre de 1999, el Servicio de Auditoría Interna de la Agencia Tributaria concluyó el informe sobre Los accesos a bases de datos realizados por los componentes de la Unidad de Estudios Económicos y Sectoriales. Esta unidad, creada a mediados de los años ochenta, tenía como objetivo la elaboración de informes sobre diferentes sectores de relevancia para la economía nacional. Sin embargo, y a raíz de las denuncias presentadas por algunos empresarios, la Agencia Tributaria descubrió que la citada unidad especial se había convertido en una factoría de informes al servicio de una red de extorsión. Según las investigaciones, utilizaba 'accesos indebidos' a la base de datos de Hacienda y disponía de notas confidenciales sobre contribuyentes sin tener autorización para ello.

De acuerdo con las conclusiones del informe, la Agencia Tributaria abrió expediente a los inspectores Mariano Navarro-Rubio (hijo del que fuera ministro de Hacienda franquista y gobernador del Banco de España), José María Sánchez Cortés, Juan José Sánchez Diezma, Francisco Villar y Alfredo Pérez Lodares, así como a dos subinspectores (véase EL PAÍS de 2 de diciembre de 1999). Navarro-Rubio ya había sido expedientado tras otra investigación de Hacienda de noviembre de 1997. Como consecuencia de ello fue detenido en junio de 1999, y luego puesto en libertad, por los supuestos delitos de extorsión, amenazas y divulgación de secreto.

La auditoría, según informa Cinco Días, destaca que 'del análisis de la información recogida se deduce que las actividades de la Unidad de Estudios Económicos no estuvieron sometidas a control suficiente por parte de sus superiores jerárquicos hasta finales de 1997, lo que se traduce en que la unidad organizaba su trabajo de forma autónoma y en función de parámetros ajenos a los fines para los que fue constituida'.

Asimismo resalta 'el elevado número de autoaccesos, accesos a familiares y compañeros de trabajo efectuados por los miembros de la unidad, y los numerosos terminales empleados por determinados usuarios denotan una ausencia de control informático en la unidad'. Todos estos accesos 'ponen en evidencia', según las conclusiones, 'una situación de riesgo debido a que los actuarios no accedían de forma sistemática a los expedientes que informaban, sino que centraban su atención en determinados de ellos, soliendo coincidir con los de personalidades más relevantes'.

'Accesos masivos'

El informe reconoce una 'clara situación de riesgo' por los accesos 'masivos y no justificados' a información individualizada de determinados contribuyentes, lo que 'pone en evidencia que el acceso a dicha información está descontrolado y ésta puede haber sido utilizada con fines ajenos a los propios derivados del expediente de fusión por el que fue accedida'. Entre esos contribuyentes 'relevantes' figuran Juan Abelló, el grupo familiar Serratosa, Jesús de Polanco y el Grupo PRISA, el bufete de abogados Cuatrecasas, los empresarios Juan Llagostera, Enrique Giménez Tomás y Pedro Martínez Cano, el copresidente del BBVA Emilio Ybarra y Arturo Baldasano, entonces en Telefónica Media y que hoy preside Audiovisual Sport.

El riesgo es aún más preocupante para la Agencia por 'la desaparición de parte del archivo de la unidad'. Según la auditoría, esa ausencia de datos 'añade un nuevo factor de riesgo a la posible existencia de informes con datos individualizados sobre determinados contribuyentes debido al descontrol que esta situación supone'.

A raíz de las sospechas, los componentes de la unidad recibieron a principios de 1998 la 'orden verbal' de que no podían acceder a información individual sobre contribuyentes, debiéndose centrar en su actividad concreta. Es decir, elaboración de estudios económicos, dirigir y coordinar la realización de estudios sectoriales de especial relevancia en la economía nacional y prestar asistencia técnica. Hasta entonces, el número de accesos era 'muy numeroso', contabilizándose un total de 12.664 en el periodo 1996-1997 por parte de los 28 funcionarios del servicio. El informe, no obstante, destaca que son 'en especial cinco de ellos' los más activos. El cambio de orientación, que coincide con la llegada como subdirector general de información de Manuel Trigo, supone que el número de accesos sea en 1998-1999 de 684, o sea, el 5% del periodo anterior.