Dos millares de personas se manifiestan contra la globalización entre un fuerte dispositivo policial

Unas 2.000 personas se manifestaron ayer entre las plazas de Cibeles y Callao para protestar por la globalización y la reunión del Foro Económico Mundial que se celebra este fin de semana en la ciudad suiza de Davos. La protesta, convocada por el Movimiento de Resistencia Global (MRG), transcurrió sin incidentes entre un espectacular despliegue policial integrado por 60 furgonetas de agentes antidisturbios y numerosos policías de paisano.

La manifestación comenzó a las siete de la tarde. Agentes del Cuerpo Nacional de Policía registraron una furgoneta que los concentrados querían introducir en la marcha. En su interior hallaron palos, piedras, escudos y neumáticos, según informó un portavoz de la Delegación del Gobierno en Madrid. Los policías inmovilizaron el vehículo en Cibeles.

Los congregados corearon gritos contra el delegado del Gobierno, Francisco Javier Ansuátegui, al que pidieron su dimisión, y contra el capitalismo. Durante la marcha también se escucharon cánticos en contra de la Ley de Extranjería, y se corearon lemas como 'ningún ser humano es ilegal' o 'queremos una Europa de todos los colores'. A pesar del cordón policial, tres manifestantes lograron subir a un andamio del número 24 de la Gran Vía y colocaron una pancarta contra la nueva Ley de Extranjería en lo alto del edificio. Un grupo de concentrados les arropó cuando bajaron para evitar que la policía los detuviera o los identificara.

Los agentes montaron un férreo cordón en la entrada del McDonald's de la red de San Luis ante la sospecha de que los manifestantes irrumpieran en el local, aunque esto no llegó a ocurrir. También vigilaron de cerca los accesos al edificio de Teléfonica.

Los congregados leyeron un comunicado al término de la manifestación, en la plaza de Callao. Pedían que no se deportara ni se expulsara a los inmigrantes y 'la libre circulación de las personas'. Con los lemas 'papeles para todos', 'no a la Ley de Extranjería' y 'derecho a la ciudadanía' concluía el manifiesto.