Un protocolo ofrece pautas a los médicos frente a los malos tratos

Los médicos vascos ya disponen de un protocolo sanitario para saber cuál es la mejor manera de actuar ante el caso de un paciente que sospechan que sufre malos tratos domésticos. El Departamento de Sanidad presentó ayer este documento, que permitirá coordinar el trabajo de los centros sanitarios de Euskadi, tanto públicos como privados, ante este tipo de violencia.

El año pasado se presentaron en las comisarías de la comunidad autónoma cerca de 900 denuncias por malos tratos, pero esta cifra sólo supone un 10% del total del problema, según coinciden diferentes estudios. Así, la magnitud de este fenómeno alcanzaría a 10.000 personas en el conjunto del País Vasco. El consejero de Sanidad, Gabriel Inclán, destacó ayer que los malos tratos son 'una grave violación' de los derechos humanos y un 'serio' problema social que, para su erradicación, requiere la implicación de toda la sociedad.

El protocolo, que va a ser distribuido en los servicios de urgencia, consultas de atención primaria y de especialistas, fija las pautas de actuación del personal cuando se encuentre ante una víctima de la violencia familiar. Así, en la comunidad se seguirán los mismos procedimientos ante estos casos. Inclán incidió en que además de proporcionar unas guías para la correcta asistencia (como un modelo de informe médico y recomendaciones para la práctica clínica), el protocolo recoge los recursos asistenciales de las instituciones vascas y los aspectos más importantes para el inicio de las acciones judiciales que correspondan. De esta forma se facilita las posteriores actuaciones forenses que delimiten las responsabilidades penales.

Aspectos psicológicos

Los médicos no pueden actuar de oficio y denunciar un caso de maltrato ante la Justicia si su paciente se niega a ello. Por eso, el protocolo da una serie de consejos para que el personal sanitario logre convencer a la víctima de que lo mejor es acudir a la policía. Las mujeres embarazadas y que ya tienen algún hijo son el colectivo con más riesgo de sufrir malos tratos y, por lo tanto, donde los médicos deben ser más perspicaces y emplear a fondo la psicología. Según un estudio citado por el documento, al ser interrogadas de un modo confidencial, el 8% de una muestra aleatoria de mujeres que acudieron a una clínica prenatal declararon que sufren malos tratos.

Según cita el protocolo, las mujeres pueden revelar al pediatra la situación abusiva si se les pregunta sobre ello de un modo comprensivo y confidencial, lejos de la persona que le ha pegado. La mujer debe estar convencida de que el médico comprende el problema y de que existen otros medios de ayuda. Así, las siguientes preguntas pueden ser útiles: 'Todos tenemos discusiones en casa. ¿Qué ocurre cuando usted y su marido discuten? ¿Hay gritos o empujones? ¿Su marido le ha amenazado con hacerle daño a usted o a los niños?'