La 'marea negra' en las Galápagos llega a dos islas y afecta a los primeros animales

Los primeros animales afectados han sido atendidos por personal del Parque Nacional Galápagos (PNG). Unos 140.000 litros de combustible permanecen en los tanques del buque encallado desde la noche del martes.

El barco, de bandera ecuatoriana, viajaba sin carta de navegación, según explicó a este diario el portavoz del Ministerio de Ambiente, Mario Servino. 'El capitán se equivocó al efectuar una maniobra para dirigirse a Puerto Baquerizo Moreno, en la isla de San Cristóbal'. Y encalló a poco más de un kilómetro de tierra firme. El Jessica tiene actualmente una inclinación de 45 grados y el mayor riesgo es que por la fuerza del oleaje vuelque completamente o se rompan los tanques de combustible, con lo que el daño sería irremediable.

Según señaló el ministro de Ambiente, presente en las Galápagos, una mancha más o menos densa de combustible de 1.200 kilómetros cuadrados de perímetro amenaza la fauna del archipiélago. La mancha ha llegado a las islas San Cristóbal y Santa Fe.

La Dirección General de la Marina Mercante (Digmer) dirige los trabajos para controlar el vertido de combustible. 'Un derrame total superaría las capacidades nacionales para contrarrestarlo', dijeron fuentes de dicho organismo.

Ayuda estadounidense

La ministra de Turismo, Rocío Vázquez, ha pedido que se declare el estado de emergencia en las Galápagos y solicitó ayuda urgente a la comunidad internacional. El domingo llegó un avión Hércules C-130 con 11 técnicos del departamento de Guardacostas de Estados Unidos y material para tratar de eliminar el foco de contaminación. 'Ecuador no dispone la tecnología de punta necesaria y por ello hemos solicitado ayuda', precisó la ministra.

Los trabajos se centran en estos momentos en extraer la mancha manualmente -es la manera más eficaz, aseguran fuentes gubernamentales- y controlar la escora del buque. Se han colocado mallas de nilón para evitar que los lobos marinos se desplacen hasta la mancha negra al tiempo que se colocan barreras flotantes para la contención del combustible, materiales dispersantes y absorbentes para disminuir la contaminación.

Varios remolcadores han llegado a Puerto Baquerizo Moreno, para recibir el combustible que permanece en los tanques del Jessica. Este buque estaba fletado para el transporte de diesel e Ifo (mezcla de combustible altamente contaminante) para actividades energéticas de las islas. Procedía del puerto de Guayaquil.

Biólogos del parque nacional y de la Fundación Charles Darwin colaboran en los trabajos de rescate y atienden a las primeras especies afectadas. Uno de los especialistas, Mauricio Velázquez, dijo que el combustible flota durante unas horas y después va hacia el fondo de mar, destruyendo a su paso las algas y otras especies marinas de las que se alimentan los peces. Ewin Naula, jefe del PNG en la isla San Cristóbal aseguró que de momento 'no hay contaminación masiva', aunque los especialistas que trabajan en la zona advierten que es prematuro para evaluar el alcance de los daños.

Apoyo de los turistas

El turismo no se verá afectado de manera significativa, según confía la ministra del sector, ya que, en su opinión, es un turismo 'eminentemente científico, cuya característica principal es el interés ecológico en la fauna de las Galápagos'. 'Por el contrario, esperamos que los visitantes del archipiélago comprendan la gravedad de la situación y nos apoyen con su solidaridad y sus iniciativas', añadió Rocío Vázquez.

El presidente Gustavo Noboa convocó para ayer una reunión extraordinaria del Gabinete ampliado para analizar la situación y diseñar un plan de emergencia. En las últimas horas se han detectado nuevas fisuras en los tanques del barco lo que ha incrementado el vertido de combustible.

Las islas Galápagos están habitadas por unas 10.000 personas, pescadores en su mayoría. Reconocidas como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, albergan especies de pájaros únicas en el mundo. Además, el 90% de los reptiles que alberga sólo existen allí.