Guipúzcoa acapara 81 de los 91 presuntos delitos fiscales denunciados a la Fiscalía en diez años

La haciendas de Guipúzcoa y Vizcaya afloraron durante 1999 deudas tributarias por importe de 26.000 y 19.000 millones respectivamente, pero desconocen cuál es el alcance exacto del fraude fiscal. 'Ninguna administración tributaria del Estado, e incluso europea, es capaz de tener esos datos medianamente fiables', asegura el diputado vizcaíno de Hacienda, Javier Urizarbarrena.

La administración vizcaína fue la primera en Euskadi que, en diciembre de 1999, difundió públicamente datos sobre presuntos delitos fiscales. Detectó seis casos por un importe conjunto de 4.500 millones: cuatro eran por infracciones en el IVA intracomunitario (el de las exportaciones a empresas de la Unión Europea que se paga en el origen), otro relacionado con el IVA de exportaciones y el sexto, con la declaración de la renta.

En Álava, en la última década se han remitido a la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco cuatro expedientes por delito fiscal, y en Guipúzcoa desde 1994 se han trasladado 81 expedientes, 'que afectan a 71 contribuyentes', explica la Subdirección General de Inspección.

Economía 'sumergida'

Antton Marquet, diputado guipuzcoano de Hacienda, sostiene la teoría de que 'en Guipúzcoa no existe una cultura de la economía sumergida como en otras zonas de España'. Pero el fenómeno del fraude fiscal tiene una incidencia notable en esta provincia, a tenor de los miles de millones que todos los años aflora la Subdirección General de Inspección. Del total eludido al fisco por los contribuyentes, la Hacienda guipuzcoana viene a descubrir unos 17.000 millones de pesetas al año (17.073 millones en 1996 y 17.578 millones en 1997). El fraude tiene, por lo tanto, una magnitud 'preocupante', ha llegado a afirmar en alguna ocasión Antton Marquet.

El programa puesto en marcha por la Diputación de Guipúzcoa para prevenir, detectar y perseguir el fraude en los dos últimos ejercicios ha permitido recuperar 42.854 millones. Los resultados avalan la estrategia contra la evasión fiscal. El año pasado se afloraron 26.067 millones, una cifra muy superior a la de los ejercicios anteriores, gracias a una 'actuación muy selectiva' en la fase de inspección y a una 'rigurosa la gestión de las declaraciones', asegura Víctor Bravo, director general de Hacienda.

La principal mejora en la última década ha sido el aumento del personal de los servicios de inspección. En Vizcaya, con 122 trabajadores, el cambio significativo ha sido reciente: fue en 1998 cuando se incorporaron 15 inspectores y 22 subinspectores. Ahora el servicio dispone de 22 inspectores, 49 subinspectores, 16 agentes fiscales, 10 empleados en documentación fiscal, otros 11 en la oficina técnica y 11 secretarias, además de tres directores. En Guipúzcoa, la plantilla está conformada por 22 inspectores, 12 subinspectores y otras 20 plazas de personal auxiliar. En Álava, la novedad del pasado año fue la entrada en la plantilla de ocho agentes tributarios, una figura que no existía.

El número de inspecciones ha aumentado considerablemente. En Álava, de las 810 de 1990 se ha pasado a las 1.111 de 2000, a lo que se han sumado 860 comprobaciones de los agentes tributarios. Guipúzcoa practicó hace diez años 356 inspecciones por valor de 1.605 millones y el año pasado se elevaron a 500, por un importe de 7.200 millones.