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Columna
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Rebajas

Los países son tanto más ricos cuanto más temporadas de rebajas tienen. Es inconcebible, por ejemplo, unas continuas rebajas en Zaire, una oferta de suculentos saldos en la India o una constante avalancha de la clase media sobre las liquidaciones del Yemen. La mercancía existente en los lugares de pobre desarrollo suele ser escasa respecto a las necesidades del consumidor y de rebajarse algo será el valor de las personas que están de sobra.

La rebaja de las cosas es un fenómeno de áreas desarrolladas y un área será tanto más desarrollada cuanto más logre rebajar los precios. Como, igualmente, es tanto más prestigiosa una marca (Prada o Loewe) cuanto más aumenta el porcentaje de su descuento. Al contrario, por tanto, de lo que pueda dar a creer el actual desorden en los escaparates, la baja de la cotización no se corresponde con una crisis sino con su plétora. No sólo se dispone ahora de una superabundancia de artículos rebajados sino que se fabrican febrilmente miles de unidades más para asegurar la opulencia. Todos los días, mientras los clientes buscan gangas, los fabricantes crean apasionadamente millones de gangas más. Hay una moda virtual y minoritaria que nace tímidamente en el inicio de la temporada y una moda real que es la que se afianza en las semanas actuales. En este tiempo se expresa el gusto popular, se decide la facturación y se visten a granel las poblaciones. El éxito de las rebajas determina el éxito histórico del modelo.

Más información
El gasto en las rebajas que comienzan hoy se mantendrá estable pese a la crisis

Definitivamente, en un país avanzado lo principal entre sus índices de prosperidad es la cantidad de residuos que genera junto a su capacidad, además, para reutilizarlos. En la India se obtienen menos basuras que en Alemania, pero su deficiencia consiste en que no llegan a reciclarlas. Más de la mitad de los residuos sólidos quedan abandonados en las calles o en el fondo de los vertederos. Por el contrario, un país responsablemente avanzado convertirá sus restos en nuevas materias primas y los subproductos en otros productos, incluso más snobs. La gran operación de estos días muestra así la esencia del sistema económico occidental, el metabolismo ético y ritual que transforma el excremento en la máxima solicitud de la mercancía.

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