EE UU usó por error munición de uranio en Alemania en 1987 y 1988

Ayer, sin embargo, el portavoz de este contingente, Michael Baldermann, confirmó en Heidelberg los accidentes, que habían ocurrido en la base norteamericana de Grafenwöhr, en Baviera. En 1987 se trató de un disparo por error, y en 1988, del incendio en un carro de combate que contenía esta munición. Los análisis de radioactividad que se realizaron en Estados Unidos en 1988 no permitieron detectar ningún rastro de radiactividad, señaló el portavoz, según el cual las armas a base de uranio no son utilizadas en ejercicios de tierra, pero están almacenadas en lugares secretos en Alemania.

El ministro Scharping, que se reunió ayer con una docena de científicos especialistas en los efectos de la radiactividad y la toxicidad de los metales pesados, aseguró que las investigaciones médicas comparativas realizadas entre los soldados alemanes que han pasado por los Balcanes no permiten decir que exista un incremento de la radiación para quienes estuvieron expuestos a riesgos.

El ministro, que ha difundido un informe sobre las actividades informativas de su ministerio, se muestra muy sensible ante las críticas de los medios de comunicación por su tardanza en reaccionar ante la opinión pública. En la localidad bávara de Kreuth, donde asistió a una sesión de la Unión Social Cristiana de Alemania, el responsable de la Política Exterior y de Seguridad de Europa, Javier Solana, manifestó ayer que la decisión de seguir utilizando munición a base de uranio empobrecido corresponde a los diversos Estados. Alemania no utiliza esta munición y no es partidaria de que otros países lo hagan, afirmó ayer Scharping, que reiteró la propuesta de mantener una moratoria sobre el uso de tal munición.

[Por otra parte, la fuerza multinacional de paz en Bosnia, Sfor, recogió en el suburbio de Hadzici de Sarajevo unos 150 proyectiles antitanque de uranio empobrecido tras los bombardeos de la OTAN en 1995, informaron ayer expertos alemanes. 'El nivel de radiación es suficiente como para recomendar a la gente no tocarla ni acercársele', afirmó en rueda de prensa el coronel Hanns Robert Gereissen, comandante del contingente alemán de la Sfor, informa Efe].