El Museo Arqueológico alarga su recorrido histórico hasta el XIX
Aznar inaugura una sala con 584 piezas que estuvo 10 años cerrada
José María Aznar asistió ayer a la inauguración de la sala en el primer piso del Arqueológico Nacional, siendo la primera visita que realiza un presidente de Gobierno en la historia del museo. Con la nueva sala, según el director, Miguel Ángel Elvira, se completa la visión desde la hominización hasta mediados del siglo XIX, con la creación del museo 'de historia general de España y del Mediterráneo, más que de arqueología'.
La selección de las piezas se ha realizado por sus peculiaridades históricas, artísticas y técnicas, según Carmen Mañueco, jefa del departamento de Edad Moderna del museo. Se han seleccionado 584 piezas de un total de 18.000 piezas del fondo, incluidas las monedas, de una colección numismática de 300.000 piezas. La sala tiene una superficie de 750 metros cuadrados y la inversión realizada por el Ministerio de Educación y Cultura ha sido de 101 millones de pesetas.
La sala se presentó ayer como el punto de partida 'para iniciar su próxima reestructuración, renovación y modernización museológica', que coincide con la posibilidad de que el museo tenga a medio plazo un nuevo edificio en otro lugar de Madrid. Miguel Ángel Elvira declaró que no existen plazos para la actualización de las salas restantes, ya que dependen de los presupuestos de Cultura y del patrocinio privado. Adelantó que durante 2001 se van a hacer dos nuevas salas, financiadas por Cultura e Ibercaja, sobre el fenómeno del origen del hombre y las técnicas de arqueología en la prehistoria. 'Poco a poco, entre cinco y siete años, se puede renovar el museo, que seguiría por el periodo ibérico'.
El secretario de Estado de Cultura, Luis Alberto de Cuenca, apoyó la participación de entidades privadas y su reconocimiento en los museos y puso los ejemplos del Metropolitan y del Prado. 'Cultura va a seguir atendienco el desarrollo del museo, para que todas las salas estén tan bonitas, fantásticamente bien, como la que ahora se presenta'.
La posibilidad de que el Arqueológico Nacional se traslade a un nuevo edificio ante los problemas de espacio (faltan salas para los fondos y para muestras temporales, restaurante y aparcamiento para autocares) está asumida por el patronato del museo y por Cultura. 'Me ratifico en mi deseo, sugerencia, si hubiera un espacio en Madrid que mereciera la pena, aunque el museo puede seguir aquí, donde lleva cien años, sin que se dividan las colecciones, como ocurrrió con la formación del Museo de América', declaró Elvira.
Alternativas
'Se tienen que dar varios supuestos. Se buscan alternativas, ya que es extraordinariamente razonable, y se sigue el proceso de las salas, ya que trabajamos para el futuro. Sin conflictos ni polémicas, no sabemos si en esta legislatura se va a mover un centímetro', añadió De Cuenca, quien cursó el 14 de noviembre una petición al alcalde de Madrid sobre un posible espacio. Sin mencionarlo, se refería a suelo en la Operación Chamartín, que está paralizada.
El montaje de la nueva sala, proyectado por el arquitecto Juan Pablo Rodríguez Frade, ha durado un año y el mismo se basa en 'una arquitectura contenida, en función de las piezas, que se presentan sin escenografías ni vídeos'. Suelos de madera de roble y aplacados de abedul, el diseño se centra en las instalaciones ocultas de las vitrinas y sus fondos, todos distintos en función de las piezas.
En un recorrido único, el espectador recorre 19 sectores temáticos que abarcan en el tiempo las casas de Austria (1516-1700) y de Borbón (1700-1868). Sobre un eje longitudinal aparecen los carteles que anuncian aspectos como el sentimiento religioso, el gusto por la antigüedad, el conocimiento científico, el trabajo artesanal, la imagen del poder, el tiempo de ocio, el desarrollo industrial y las manufacturas reales. En sus cartelas se muestran 584 piezas, entre las que destacan una reja de un palacio de Andújar (1575), un astrolabio, una orza de la botica de El Escorial, porcelanas del Buen Retiro, un Hércules de Pier Jacopo Bonalcosi, ábacos neperianos del XVII y una silla de manos pintada por Luis Paret.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.