Una exposición reúne la obra de Rafael Botí y la de sus maestros

El historiador Javier Tusell, comisario de la exposición Botí y sus maestros, dijo ayer que los tres pintores andaluces representan los cambios acontecidos durante casi un siglo de nuestra trayectoria artística. Destacó el montaje de un conjunto de cuadros 'no muy accesibles al público madrileño', por pertenecer en su mayoría a colecciones particulares.

La muestra conmemora el centenario del nacimiento de Rafael Botí y tiene un carácter itinerante. Las obras, con piezas de los museos Julio Romero de Torres de Córdoba, el Bellas Artes de Asturias y, sobre todo, de la Fundación Provincial de Artes Plásticas Rafael Botí, se han visto ya en Córdoba y en Estella, y tras su paso por la Fundación Carlos de Amberes, hasta el 18 de febrero, se colgarán en Lisboa. La muestra está patrocinada por la Diputación y el Ayuntamiento de Córdoba y Cajasur.

La relación de Botí con Romero de Torres y Vázquez Díaz fue de 'discipulazgo', según Javier Tusell, que en el texto del catálogo recoge varios testimonios del pintor cordobés sobre sus encuentros y opiniones sobre su pintura en diversas etapas de su vida. Sobre Romero de Torres decía que 'a su elegancia y a su simpatía unía su sencillez', mientras que de Vázquez Díaz afirmó que era 'el gran ordenador del arte español', al distinguir entre lo nuevo y valioso y lo viejo y periclitado.

Los tres artistas aparecen unidos sólo en el comienzo del montaje, con una obra de cada uno, para establecer un espacio propio para cada pintor. En la antigua capilla de San Andrés de los Flamencos, con un cuadro de Rubens, se han instalado las pinturas de Romero de Torres, con sus vertientes regionalistas y simbolistas. Botí aparece por orden cronológico, con el impacto del cubismo, el tema de Córdoba y las abstracciones, mientras que de Vázquez Díaz destacan sus retratos.