Detenido el dueño de la plantación a la que iban a trabajar los 12 inmigrantes fallecidos

La Guardia Civil imputa a Lirón varios delitos contra los derechos de los trabajadores. El empresario, que pasó la noche de Reyes en los calabozos, fue condenado recientemente por no pagar el salario de sus trabajadores sin contrato. Según fuentes de la Guardia Civil, Lirón acudió de forma voluntaria al cuartel de Lorca, donde permaneció declarando toda la tarde de ayer. A primera hora de la noche, y una vez oído su testimonio, los investigadores decidieron comunicarle su detención y lo trasladaron a los calabozos de Murcia, desde donde está previsto que hoy sea puesto a disposición judicial.

Fueron los testimonios de los propios ecuatorianos -víctimas de los tejemanejes de Lirón para ahorrarse dinero a costa de su desamparo- los que permitieron una actuación tan rápida de la Guardia Civil. Hasta la esposa de Noelio Elías León, el conductor de la furgoneta siniestrada, señaló ayer desde el hospital donde se encuentra su marido la relación de Lirón con los trabajadores fallecidos. 'Mi marido', dijo ayer Victoria Feijó, 'trabajaba con un finquero llamado Lucas Cervantes, pero antes lo había hecho en la misma finca para la empresa Greensol '.

El pasado no juega a favor del empresario detenido. Tres sentencias recientes -dictadas entre el 27 de octubre y el 17 de noviembre de 2000- consideraban probado que el empresario de Lorca contrataba sistemáticamente a jornaleros de Ecuador sin permiso de trabajo ni residencia en España. El sistema era siempre el mismo. Fichaba a los trabajadores de forma verbal, sin papeles de por medio que le pudieran comprometer. Muchas veces ni les pagaba, sabedor de que difícilmente sería denunciado, dada la 'necesidad imperiosa de trabajar' que tienen los extranjeros, según señalaban las sentencias.

Inquieto y emprendedor

Así consiguió Lirón dar esplendor a su holding, palabra que gustaba utilizar para definir un conglomerado de empresas dedicadas a los negocios agrícolas y ganaderos. En un folleto publicitario de Greensol, SL, él mismo se definía como 'una persona joven, inquieta y emprendedora, que desde muy temprana edad comenzó con los negocios'. No son de la misma opinión ni sindicatos ni investigadores. Fuentes de la investigación aseguran que tanto Greensol -declarada por dos juzgados como insolvente provisional- como Agrícola Bresol, fundada posteriormente, no son más que las tapaderas legales de Lirón y Cervantes para contratar a inmigrantes a cambio de un jornal muy por debajo de lo que señala la legislación.

La Guardia Civil deberá esperar a que se recupere Noelio Elías León, el conductor de la furgoneta, para determinar su presunta complicidad con el detenido. Ayer, Noelio declaró a la cadena Cope que no recuerda nada del accidente. 'Llegué al hospital a las nueve de la mañana y yo tengo recuerdos a partir de las nueve de la noche', dijo. Y aseguró que, tal y como le sucede a muchos de sus compatriotas que viven en España, tiene una deuda pendiente en Ecuador. 'Yo tuve un trabajo y perdí mucho dinero. Lo que quiero es terminar de pagar ese dinero. Quiero terminar de pagar ese dinero', reiteró.

La Guardia Civil trata ahora de establecer la relación entre Lirón y Cervantes. Éste admitió haber actuado de intermediario entre el conductor de la furgoneta y Lirón. 'Lo hice', dijo, 'por hacer un favor'. El empresario reconoció a Efe que Lirón le adeuda desde hace cuatro años casi 50 millones de pesetas de un negocio anterior. 'Y como no quiero enfadarme con él, para que algún día me pague, a veces le hago algún favor', precisó. Si Cervantes dice la verdad, Lirón debe mucho dinero a mucha gente. CC OO y UGT afirman que el empresario adeuda más de 50 millones a los trabajadores de sus empresas. Según Cervantes, el último 'favor' consistió en servir de intermediario entre Lirón y el conductor de la furgoneta, al que pagó 400.000 pesetas por el transporte de inmigrantes.