Cataluña acepta eliminar reses muertas en granjas gallegas

Cataluña eliminará los cadáveres de vacas para cuyo tratamiento no da abasto la única incineradora de Galicia. Tanto el Departamento catalán de Medio Ambiente como la Xunta gallega confirmaron ayer haber dado luz verde a la petición de la Administración gallega que solicitaba transportar los cadáveres sobrantes a instalaciones catalanas. La colaboración entre ambas comunidades se limitará a la eliminación de animales muertos, pero nunca de despojos procedentes de mataderos.

Cataluña dispone de ocho plantas homologadas para tratar los cadáveres. En estos centros, privados, los cadáveres no se incineran, sino que se convierten en harinas inertes por tratamiento a 133 grados y 3 bares de presión. La Generalitat obligará que las harinas del tratamiento de las vacas gallegas no queden en Cataluña.

La Xunta informó también, en una nota, de que la corporación municipal de Touro (A Coruña) se había ofrecido para ubicar un vertedero 'controlado sanitariamente' para enterrar reses muertas, e insistió en acondicionar la mina de Mesía para depositar más vacas.