Suecia presidirá a los Quince, pero no el euro
La Unión Europea va estar presidida durante los próximos seis meses por un país que rechaza el euro, un año vital para que el salto hacia la moneda única se haga sin sobresaltos. Esta situación, inédita desde el nacimiento del euro, tendrá como consecuencia práctica que las presidencias de la UE y del Eurogrupo estarán ocupadas por países diferentes. Bélgica será la responsable de estar al frente de los 12 países que integran la zona euro durante 2001 y ocupará un papel determinante en los últimos preparativos para la introducción de las monedas y billetes en euros.Suecia, Reino Unido y Dinamarca son los tres países de la Unión Europea que han optado deliberadamente por estar fuera del club del euro y conservar su moneda nacional. El 54% de la población sueca se declara contraria a la moneda única, un sentimiento que va en aumento (48% en otoño de 1999). Es la primera vez que Suecia preside el Consejo de Ministros de la UE. La ampliación, el empleo y el medio ambiente son los tres pilares sobre los que se sustenta el programa de trabajo sueco para su presidencia. Pero sin lugar a dudas es hacer realidad la moneda única el desafío principal de la UE para 2001.
Bélgica, uno de los seis países fundadores de la Comunidad Europea, tendrá que asumir el lunes el papel de la presidencia al frente del Eurogrupo para dar un impulso decisivo a los preparativos para que la introducción de las monedas y billetes en euros esté lista para el 1 de enero de 2002. El 1 de julio tomará el relevo a Suecia en la presidencia de la UE. Entonces volverá todo a la normalidad. El Gobierno belga ya ha preparado un programa para que los 12 países del euro impulsen los trabajos.
En Bruselas se intenta restar importancia a esta doble presidencia de la UE y del Eurogrupo durante el primer semestre de 2001. "Los problemas son para Suecia, no para la zona euro, porque el hecho de que Bélgica esté al frente de la presidencia del Eurogrupo durante un año da continuidad y homogeneidad al proceso de introducción del euro", declaró una fuente comunitaria.
El Gobierno sueco, aunque su país no haya optado por el euro, es consciente de que la moneda única es "de una importancia vital para el conjunto de la UE", según se menciona en su programa de trabajo para los seis meses de presidencia al frente de la Unión. "La unión económica y monetaria y la moneda común son beneficiosas para la estabilidad y la integración económica", añade el documento.
Suecia no tendrá más remedio que ocupar un papel de país observador en todo este proceso de introducción del euro, y asegura que "contribuirá para el buen desarrollo" de este trabajo.
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