Dario Fo renuncia a optar a la alcaldía de Milán
La incursión en la política activa del premio Nobel de Literatura Dario Fo ha durado apenas dos semanas. La frialdad con la que ha sido acogida por la coalición de centro-izquierda italiana Olivo su propuesta de ser su candidato a la alcaldía de Milán, ha decidido a Fo a abandonar la empresa y regresar al teatro. "En las actuales condiciones, Dario Fo habría provocado una ruptura en la coalición", ha reconocido Federico Ottolenghi, responsable de los Demócratas de Izquierda, principal partido del Olivo. Fausto Bertinotti, secretario general del Partido de Refundación Comunista, el grupo a la izquierda del Olivo que estaba dispuesto a apoyar a Fo como candidato conjunto, se lamentó del desprecio hecho a la "generosidad" de la oferta del Nobel.
Dario Fo declaraba ayer con amargura que no está dispuesto a ser una mera pantalla, manipulado por los intereses partidistas, cuando su deseo es mejorar la situación de Milán. La iniciativa del veterano actor, escritor y escenógrafo italiano surgió hace apenas dos semanas a raíz de la invitación pública hecha por Enrico Deaglio, editor del rotativo Diario, desde las páginas de la publicación.
Dario Fo ha participado activamente en numerosas batallas sociales, desde campañas contra la pena de muerte hasta manifestaciones contra los alimentos genéticamente modificados, pero no se había lanzado nunca a la política activa. Cuando aceptó el reto de Deaglio, se propuso primero realizar un sondeo entre las fuerzas vivas de Milán, taxistas, profesores, camareros, y conocer su opinión.
Dramaturgo, actor y director teatral, Dario Fo ganó el reconocimiento internacional por sus ácidas sátiras y farsas políticas durante más de treinta años de carrera. Sus críticas iban dirigidas, por lo general, contra el capitalismo, el imperialismo y la corrupción en el Gobierno italiano. Nacido en 1926, llegó a Milán en 1940 para estudiar y ha pasado buena parte de su vida en esa ciudad.
