Las nuevas medidas de la UE contra el mal de las 'vacas locas' multiplican por diez los residuos

Las nuevas medidas aprobadas ayer por los ministros de Agricultura de la Unión Europea (UE) para terminar con el mal de las 'vacas locas' producirán diez veces más vísceras y materiales de riesgo susceptibles de eliminar en los mataderos vascos. Entre las propuestas, la inclusión de los tejidos intestinales de los bovinos en la lista de materiales específicos de riesgo (MER) para la salud eleva a casi 9.000 toneladas los despojos con capacidad de transmitir la enfermedad a los seres humanos que se producen al año en los diez mataderos que existen en la comunidad autónoma.

El problema de las harinas

Hasta ahora, los residuos MER en los mataderos eran de 836 toneladas anuales. La lista de los productos de riesgo permanece en vigor desde el pasado 1 de octubre y en ella figuran inscritas la médula espinal, el cerebro, los ojos, las amígdalas y parte de los intestinos de bovinos, ovinos y caprinos. La decisión de retirar del mercado todos los intestinos de las reses de bovino afecta al ganado de todas las edades y responde a los últimos descubrimientos sobre la propagación del mal por el organismo de los rumiantes.Esta medida ha trastocado los planes que había elaborado el Gobierno vasco para eliminar las vísceras. Los departamentos de Sanidad y de Medio Ambiente habían diseñado un plan para instalar en cada matadero un crematorio especial para incinerar las vísceras del ganado bovino y caprino que puedan contener la proteína prión, causante del mal. De esta forma, se evitarían los costes que supone el actual tratamiento, consistente en enviar las vísceras a una serie de centros homologados que existen en León, Galicia y Cataluña. Sin embargo, el director de Política e Industria Agroalimentaria del Gobierno vasco, Asier Albizu, reconoció ayer a este periódico que la solución de los hornos puede resultar ahora insuficiente debido al volumen de residuos que deben ser eliminados.

"Todo está en el aire. Estamos analizando las posibilidades y pensamos en hacer algo diferente a la previsto", confirmó Albizu. De momento, para hoy está prevista una reunión de los diferentes departamentos del Gobierno implicados en esta crisis de las vacas locas con sindicatos, consumidores y representantes del sector cárnico. La reunión se celebrará en la sede del Ejecutivo en Vitoria y el objetivo es clarificar la situación y ver la repercusión de las nuevas disposiciones de Bruselas.

Otra de las propuestas aprobadas ayer por los ministros de Agricultura de la UE, la de retirar durante seis meses de las harinas elaboradas con despojos cárnicos de la alimentación de cerdos, peces, aves y otros animales de corral, va a provocar dos problemas para los que los responsables del Gobierno vasco ya están buscando solución. Por una parte, cómo eliminar los millones de kilos de este tipo de piensos que se venían utilizando y, en segundo lugar, cómo sufragar las pérdidas del sector de las harinas que las ayudas públicas no podrán paliar y que en Euskadi se elevan a 1.000 millones de pesetas.La inquietud suscitada entre los consumidores por los últimos casos de vacas locas en Francia y Galicia, además de reabrir el debate sobre la seguridad de los alimentos, ha desviado las compras de los consumidores vascos hacia las carnes de pollo, de cerdo y de la carne de vacuno con marca de origen, es decir, con el label. Las consecuencias de la alarma social se prevén muy negativas para el sector, según la secretaria general del sindicato agrario EHNE, Maite Aristegi, quien participó ayer en unas jornadas celebradas en Bilbao sobre la seguridad alimentaria. El consejero de Sanidad, Gabriel Inclán, aprovechó el acto para anunciar la creación de un sistema de emergencia para que los inspectores sanitarios puedan trabajar las 24 horas en labores de control del mal de las vacas locas. En un intento de rebajar la psicosis, Inclán resaltó que "nunca se ha tenido más seguridad en lo que estamos comiendo que ahora".