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'El último resorte' y 'Tillsammans' se reparten los premios en Gijón

Las dos últimas películas se llevaron la parte del león. La británica El último resorte, de Pawel Pawlikowski, rodada en vídeo digital, y la sueca Tillsammans -que en España tal vez se estrene con su título internacional, Together-, de Lukas Moodysson, proyectadas el último día de concurso, se alzaron con los más importantes premios de esta 38ª edición del Festival de Cine Independiente de Gijón. Mejores película y actriz (Dina Kozrun) fueron para la primera, mientras que la dirección recayó en Moodysson, que se hizo también con el premio al mejor guión, y mejor actor fue considerado Michael Nyquist, uno de los varios coprotagonistas del filme sueco. También para el filme de Moodysson fue el premio del jurado joven, especialmente apreciado en este certamen.El cine formal y temáticamente más arriesgado visto aquí se tuvo que conformar, en un año de notable nivel de calidad de las propuestas de los organizadores, con el premio especial del jurado, que fue para la hermosa película iraní El tiempo de los caballos borrachos, de Bahman Ghobadi, y un raquítico, insuficiente premio de consolación, a la mejor dirección artística, recayó en la única cinta del Lejano Oriente que resultó premiada, Little Cheung, de Fruit Chan.

No es que la decisión del jurado, compuesto por los directores Helena Taberna y Juan Vicente Córdoba, las actrices Maria Schneider y Paprika Steen y el músico John Cale, sea injusta, pero sí timorata. El último resorte no es una mala película, es incluso correcta, pero la corta materia temática que le sirve de base y los escasos riesgos estéticos que su director asume no la hacen premiable, sobre todo en un festival en el que abundaron propuestas más originales, en especial las asiáticas y la portuguesa Noites.

En cuanto a Tillsammans, se trata de una comedia desopilante, la única de la selección oficial, que ha arrasado en las carteleras suecas. Muestra una comuna alternativa en 1975 -la película comienza con un personaje que grita: "¡Franco ha muerto!"- y unos personajes entre esperpénticos y tiernos, vistos con descarnada ironía desde un guión brillante y bien encadenado.

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