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MEDIO AMBIENTE

Las tres cuestiones que bloquearon el pacto

Las tres cuestiones fundamentales que venían enfrentando a los principales negociadores de la cumbre del clima desde hacía meses, en las reuniones y contactos preparatorios de la conferencia, son las mismas que impidieron ayer un entendimiento de última hora entre Europa y Estados Unidos. Son las siguientes. - La vegetación como sumidero. Este punto de desencuentro absoluto entre los negociadores se refiere a la capacidad que tienen las plantas de absorber CO2 restándolo de la atmósfera. Pero, como todo sistema natural, este ciclo de carbono es muy complejo y en las incertidumbres que hay al respecto se basó la UE en las negociaciones hasta el final para no aceptar las propuestas de EE UU. El riesgo, insistieron los europeos hasta el último momento, estaría en aprobar unas reglamentaciones internacionales que a la larga supongan reducir las emisiones de gases de efecto invernadero mucho menos de lo previsto en el Protocolo de Kioto.

EE UU presentó en la cumbre una compleja fórmula para regular la manera en que los países podrían contabilizar en su saldo de emisiones el efecto de absorción de carbono de bosques, actividades forestales y cultivos. Pese a las incertidumbres, la UE echó sus cálculos y comprobó que con esa fórmula un país podría reducir hasta en un 3% sus emisiones respecto a los compromisos del Protocolo de Kioto. EE UU, con su propuesta, rebajaría sólo un 4% sus emisiones en 2008-2012 respecto al nivel de 1990. Y la respuesta europea a la propuesta americana fue un no rotundo.

- Cumplimiento. ¿Cómo castigar a un país que no cumpla sus compromisos de reducción? La UE quiere que se especifique alguna penalización disuasoria y efectiva para estos casos, mientras que EE UU, en su última propuesta de ayer, pretendía zanjar el asunto sin penalización alguna y con una muy genérica declaración acerca de los incumplidores.

- Mecanismos de flexibilidad. Esta cuestión se refiere a la utilización de los tres mecanismos del Protocolo de Kioto (compraventa de cupos de emisiones entre países industrializados, proyectos conjuntos entre ellos y proyectos de ayuda a los países en desarrollo) que los Gobiernos podrían utilizar para ayudarse a cumplir sus compromisos de reducción. La UE ha venido defendiendo que el esfuerzo de emitir menos debe hacerse primero en casa. Pero Estados Unidos se negó ayer hasta el final a consentir limitación alguna a la utilización de los mecanismos.

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