La gestión de las vacaciones
Las 375 agencias de viaje cuentan con un negocio asentado que alcanza una facturación de 75.000 millones anuales
Parece que es imposible hablar de turismo sin nombrar al edificio de Gehry. De tanto nombrarlo vamos a desgastar al efecto Guggenheim. Y, a todo esto, ¿existe realmente? ¿Es verdad que Euskadi ha experimentado un boom turístico? En octubre de 1997 se inauguró el museo de titanio y entre ese año y 1998 el número de visitantes al País Vasco aumentó un 27%, al que hay que sumar un 7% de incremento de turistas al año siguiente. Sin embargo, si nos fijamos en las razones por las que los foráneos nos visitan, el efecto Guggenheim comienza a desmitificarse.El año pasado, Euskadi recibió más de 1,6 millones de visitantes. De éstos, entre el 70% y el 75% se acercaron por motivos de trabajo.
Según los datos de la Consejería de Turismo, sólo el 13% de los foráneos se interesaron por el turismo cultural. En números, el museo Guggenheim y otras infraestructuras culturales lograron atraer a 218.787 de los 1,6 millones de visitantes registrados.
Sin ánimo de despreciar esta cifra, que es considerablente superior a la que se registraba antes de que el titanio reluciera en Bilbao, resulta que Euskadi es mucho más emisora que receptora de turistas. Después de Madrid y Cataluña, los vascos son los más viajeros de la península. Y dentro de ellos, la palma se la llevan los vizcaínos, seguidos a corta distancia por los guipuzcoanos, que les sacan, eso sí, varios kilómetros a los alaveses.
Basta con mirar las cifras. En el País Vasco, funcionan 375 agencias de viajes que tienen un total de 475 oficinas a pie de calle para emitir billetes y estancias a los numerosos vascos que ponen tierra de por medio en cuanto pueden y también para organizar viajes turísticos para los extranjeros y poblaciones de otras comunidades que quieren conocer Euskadi.
Estas últimas son las llamadas agencias receptivas. Según los datos de Turismo, hay 18 establecimientos de este tipo, diez en Vizcaya y cuatro en Guipúzcoa y Álava.
Al hilo del fenómeno Guggenheim y también, aunque en menor medida, a las campañas de Ven y cuéntalo, han surgido en el sector otro tipo de empresas. Son las consultorías turísticas, que se encargan de asesorar a todas los agentes que intervienen en el sector. Entre ellas están empresas como Ikei y Sabide, que también realizan servicios para otros sectores económicos, y empresas que exclusivamente se dirigen al turismo como Noski.
Fuentes del sector estiman en 850.000 los viajes contratados a través de las agencias de viaje. La cultura del turismo está asentada en Euskadi y proporciona al sector 75.000 millones de pesetas de facturación. En 1996, las ventas alcanzaban los 60.000 millones. Desde esa fecha también, 59 nuevas agencias operan en la comunidad autónoma.
Y es que la tendencia en los últimos años ha sido alcista. Como botón de muestra, sirve el caso de Viajes Eroski, que cuenta con 104 oficinas en toda España y en lo que va de año ha abierto más de 20 nuevas oficinas en todo el territorio.
Lo que no ha cambiado mucho en los últimos tiempos son las debilidades y fortalezas de este sector. En el capítulo de los puntos a mejorar, continúa el de la necesaria informatización y utilización de las nuevas tecnologías.
"Todavía son muchas las agencias que no están informatizadas", señala José Antonio Aguirre, que acumula 45 años de experiencia en el sector y que preside la agrupación del sector, Aedave, en Euskadi.
En su opinión, el asociacionismo entre las agencias para comprar los paquetes turísticos en mejores condiciones y la incorporación de las nuevas tecnologías para obtener más información y ofrecer un mejor servicio al cliente son las vías para afrontar el futuro con garantías.
"Aquellas agencias familiares, esas pymes [pequeñas y medianas empresas] que no se han informatizado al máximo e incorporado las innovaciones tecnológicas tendrán problemas en los próximos años", añade Aguirre.
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