La economía andaluza mostró ciertos signos de agotamiento en el primer semestre del año

La economía andaluza ha empezado a mostrar, en el primer semestre de 2000, síntomas de agotamiento. El último Boletín de Coyuntura Económica, que edita la Caja Rural de Granada, resalta el déficit que ha sufrido de enero a mayo la balanza de comercio internacional y el descenso de la aportación del turismo. Aun así, el balance general sigue siendo positivo y la economía ha continuado su ciclo expansivo. El crecimiento de la producción ha animado además la generación de empleo lo que ha permitido una importante reducción del paro.

Mercado de trabajo

Las perspectivas para el segundo semestre del año son menos positivas que en 1999, aunque no desfavorables. Los analistas esperan un crecimiento de la producción superior al del conjunto nacional y a la media de la Unión Europea. Pero estas circunstancias positivas se han ralentizado dentro de un entorno general donde predominan las tensiones inflacionistas.El informe, coordinado por Miguel González Moreno y elaborado por otros cuatro profesores del departamento de Economía Aplicada de la Universidad de Granada, resalta el signo negativo de la balanza de comercio internacional de mercancías andaluzas, algo que no ocurría desde 1995. Las exportaciones aumentaron en el primer semestre de este año un 8% respecto al mismo periodo de 1999, mientras que las importaciones lo han hecho un 44%. Esta circunstancia se ha debido al incremento de las compras de crudo de petróleo derivado del aumento considerable de su precio.

El turismo, por su lado, redujo su aportación al crecimiento regional. Aunque Andalucía recibió en los primeros seis meses más de nueve millones de turistas (un 2,5% más), las estancias medias y el gasto diario de los visitantes experimentaron una reducción.

El sector agrícola, por su lado, ha frenado su dinamismo. El informe resalta una caída superior del 4% del Valor Añadido Bruto en los seis meses analizados. El subsector pesquero andaluz muestra también malas perspectivas a causas de los obstáculos para que la flota acceda a los caladeros marroquíes.

Estos dos datos negativos además coinciden con un incremento de los precios. En concreto, el coste de la vida subió en el primer semestre un 2,6%. A juicio de los economistas este problema se plantea cada vez con mayor gravedad puesto que desde que España se incorporó al euro se ha mantenido un ritmo de crecimiento de los precios alrededor de un punto por encima de los países de la unión, "generándose una cierta pérdida de competitividad que amenazaría el crecimiento económico y la generación de empleo en Andalucía a corto y a medio plazo".

Las subidas de precios más importantes se han producido, además de en la energía, en los servicios, especialmente en los gastos de vivienda, transportes y servicios turísticos. Este fenómeno ha coincidido con un proceso de desaceleración del crecimiento de los salarios, lo que indica que ha habido una pérdida real de la renta.

La industria y la construcción, por su lado, mantienen un excelente dinamismo. La evolución del mercado de trabajo representa la cara de la moneda del análisis contenido en el boletín de la Caja Rural de Granada, ya que durante el primer semestre continuó el proceso de creación de empleo y de la población activa y se redujo el número de desempleados y la tasa de paro hasta converger casi exactamente con la media europea de personas ocupadas en relación a la población.Así, el número de ocupados aumentó de enero a junio en más de 67.000 y en 113.000 en relación al mismo periodo del año anterior lo que significa, según los analistas, que "el empleo está creciendo en Andalucía en tasas muy elevadas". Esta afirmación viene constatada por los datos de afiliación a la Seguridad Social

El colectivo femenino fue el más beneficiado por la generación de empleo en Andalucía. Pero este incremento no se ha extendido de la misma manera a todos los sectores productivos. Las ramas no agrarias han sido, según el análisis, las que ha contribuido con más fuerza al crecimiento del número de ocupados.

El sector de los servicios, por ejemplo, registró el mayor número de empleos (65.000 durante el periodo estudiado). Por el contrario, la agricultura perdió alrededor de 5.000, lo que refleja "la difícil coyuntura" por la que atraviesa el sector.