Los expertos en nutrición aconsejan adaptar las dietas a las actuales condiciones de mayor sedentarismo

La necesidad de adaptar las dietas a las condiciones de mayor sedentarismo que se dan en la sociedad actual, y de un mayor control sobre el uso de productos de uso industrial en la elaboración de alimentos de consumo diario, asociados a la cocina rápida, fue una de las principales conclusiones del foro sobre Alimentación y nutrición en el siglo XXI, celebrado recientemente en Baiona (Pontevedra), con la participación de nutriólogos, pediatras, bromatólogos, cardiólogos y otros expertos.El presidente de la Sociedad Española de Nutrición, Gregorio Varela Mosquera, manifestó su deseo de una próxima reunión con representantes de distintas especialidades médicas para llevar a cabo esta labor de homogeneización del lenguaje, después de que se hubiese hablado de las bondades o perjuicios derivados del consumo de diferentes productos y del papel de ciertos elementos considerados antioxidantes, como el selenio o la vitamina C, en el desarrollo de tumores.

En el campo de la Oncología, Avelino Senra Varela, responsable del departamento de Oncología del hospital Universitario de Cádiz, mostró la tendencia recesiva de la incidencia del cáncer de estómago en España desde principios de la década de los sesenta, y se mostró optmista con respecto a la erradicación en los próximos cincuenta años de este mal "más frecuente en las provincias del interior que en las del litoral".

Senra Varela se refirió a la necesidad de tratar con rapidez las infecciones por Helicobácter pylori, una bacteria asociada a la gastritis crónica y que las últimas investigaciones relacionan con la posterior aparición de cáncer gástrico. Y recordó la carencia de medios con que se cuenta para atacar este tipo de cancer, de ahí la necesidad aún mayor de realizar una buena prevención primaria a través de una dieta rica en vegetales, frutas y alimentos frescos "o conservados en frío" al tiempo que se deben evitar "comidas de salazones, ahumados y frijoles y excesos de alcohol".

Los expertos prevén un incremento de distintos problemas de salud relacionados con la ingesta de productos precocinados y se muestran partidarios de un mayor control de las grasas hidrogenadas. Miguel Ángel Rubio, del Hospital Clínico San Carlos, de Madrid, cree que se debe restringir al máximo el consumo de productos "que no especifiquen con claridad el tipo de aceites utilizados en su elaboración", y calificó las grasas monoinsaturadas producidas por técnicas de hidrogenación como "no recomendables".